Una actitud saludable de autoaprecio es básica para un alma apacible y una vida feliz. Todos tenemos puntos fuertes y de éxitos. Vale la pena poner atención en lo positivo a través de un acto consciente y voluntario.

Dos alternativas radicales de la existencia que nos llevan por caminos diferentes: vivir para los demás, alcanzando la felicidad, o vivir para uno mismo, amargado con la propia limitación.

Un estudio innovador muestra que los niños aprenden mejor cuando estudian sobre el papel, que cuando lo hacen sobre pantallas. Para una “lectura más profunda” entre niños de 10 a 12 años, el papel triunfa sobre las pantallas.

Una familia bien constituida es el ambiente propicio para el desarrollo de personalidades individuales definidas, ricas y fuertes, capaz de crear estirpes en todos los grados de la jerarquía social: estirpes de panaderos, de músicos, de médicos, de ingenieros, de joyeros, de artistas etc.

Me ha impactado la entrevista que ofrece la periodista Cristina Mitre, especializada en comunicación de belleza, salud, y estilo de vida. “Yo sufrí el llamado síndrome de burnout”, declara: un agotamiento físico, psicológico y emocional que le llevó al colapso mental.

La gentileza es una forma de la amabilidad, muy cercana a la cortesía. Las personas gentiles son educadas, respetuosas, pero además están dispuestas a colaborar con el otro, a hacerle la vida más fácil, sin esperar nada a cambio. ¿No es acaso una forma de caridad?

Vuelvo con uno de los temas tratados por la psicoterapeuta italiana Mariolina Ceriotti en su libro “El alfabeto de los afectos” que conservo apilado junto con otros en la mesilla de noche: el poder de la escritura.Vuelvo con uno de los temas tratados por la psicoterapeuta italiana Mariolina Ceriotti en su libro “El alfabeto de los afectos” que conservo apilado junto con otros en la mesilla de noche: el poder de la escritura.