Desde siempre, tanto los Agustinos de la Vid, como los Benedictinos de Silos, han ofrecido sus hospederías monásticas. Siguiendo con esta tradición, se nos sugiere este “camino de la calma”.

El camino de la calma” comienza en el Monasterio de La Vid, al que dedicamos en el número pasado nuestro “itinerarios”. Es una ruta pensada para todos los que desean alejarse un poco del “mundanal ruido”, del ajetreo de la vida moderna y reencontrarse a sí mismos, al menos por unos días.

El Monasterio de Santa María de La Vid se encuentra en la localidad burgalesa de La Vid a escasos 18 kilómetros de Aranda de Duero. Su fundación se remonta al siglo XII.

Plinio Antonio Rodríguez Ferreira

Cada primer viernes de marzo, miles de madrileños hacen cola desde primeras horas de la madrugada para besar los pies de Jesús de Medinaceli. Es tradición ininterrumpida la visita de algún miembro de la Familia Real.

El convento de las Descalzas Reales, en Madrid, fue fundado por la hija del emperador Carlos V, y madre del desgraciado rey don Sebastián de Portugal, la princesa doña Juana de Austria, hermana de Felipe II.

Siendo viuda del rey de Portugal, doña Juana de Austria transformó en el año de 1559 el palacio en el que vivía, en Madrid, en monasterio de religiosas franciscanas.

Aquel palacio había sido construido por el rey Alfonso VI; allí se celebraron las primeras cortes del reino en Madrid en 1339; allí había nacido la reina doña Juana, y allí, transformado en convento, en una preciosa capilla de mármol al lado de la epístola, está sepultada.

“Mi casilla, mi quietud, mi güertecillo y estudio”. Así define su casa Lope Félix de Vega en una carta dirigida a un amigo. Visitarla es un testimonio, una ruta literaria y emocional, una invitación a viajar al Madrid de otra época a través del Arte, la Literatura y la Historia.

El itinerario que sugiero para este mes es visitar los belenes que tengas a tu alcance: una oportunidad para sumergirse en una atmósfera llena de emoción, sencillez y asombro.

La época navideña es un tiempo de magia y tradición que cautiva tanto a grandes como a pequeños. La visita a los belenes no puede faltar. En los últimos años han proliferado los belenes vivientes, donde se recrean las escenas del nacimiento con vecinos del municipio, animales y decorados. Para los niños, esta experiencia va mucho más allá de una simple actividad navideña; es una oportunidad para sumergirse en una atmósfera llena de emoción, aprendizaje y asombro.

Estamos en pleno Año Jubilar de la beata María Ana de Jesús, concedido con motivo del IV centenario de su muerte. Del mismo barrio que Lope de Vega, sus biógrafos dicen que fueron compañeros de juegos. A ambos les atribuyen la frase “de Madrid al cielo”.