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Sacramentos y fiestas cristianas

La penitencia

El uso de la penitencia se hizo cada vez más frecuente, sobre todo en los siglos VI y VII. La práctica de la penitencia pública siguió como en el siglo III, y en el siglo IV se llegó a su mayor rigor dentro de la ortodoxia. La Iglesia defendió siempre la perdonabilidad de todos los pecados frente al error rigorista; pero en algunos casos se llegó a la norma práctica de no dar de hecho la absolución hasta la hora de la muerte. Sin embargo, se fue introduciendo el uso de la confesión privada, y con esto la mayor frecuencia de la confesión.

Confirmación y demás sacramentos

La Confirmación se presenta separada del Bautismo. La Extremaunción aparece con surito en el Sacramentario gregoriano. El matrimonio se contrae siempre ante la Iglesia.

FIESTAS CRISTIANAS

Fiestas del Señor

Se formaron claramente dos ciclos de Navidad y de Pascua. En torno a ellos giraban todas las fiestas del Señor. La fiesta de la Navidad se presentaba ya en el 336. La de la Epifanía, ya en uso en Oriente, pasó a Occidente. En el siglo VI se completó este ciclo con la Circuncisión, y se añadió el Adviento.

Del mismo modo se completó el de Pascua. En el siglo IV se añade la fiesta de Ramos, y luego la Ascensión. A esto se juntó la Semana Santa, la denominada in Albis, como final de la ceremonia de los nuevos bautizados, y todo el tiempo de preparación, la Cuaresma.

También se introducen las letanías mayores.

Los ayunos se fueron fijando de una manera definitiva. El ayuno de Cuaresma fue especialmente riguroso. Luego, el de témporas.

Fiestas de la Virgen

La veneración de la Virgen fue en aumento. Pero debe advertirse que sus primeras fiestas se presentan más bien como fiestas del Señor. Ante todo, la Purificación y la Anunciación aparecen en el siglo V, después la Navidad. Poco después se presenta la Natividad de María, originaria de Oriente, y la Inmaculada Concepción, también oriental. La Asunción,

llamada Dormitio, se señala ya en el Sacramentario gelesiano. Las demás fiestas de María son posteriores al siglo VIII.

Fiestas de los Santos

Las más antiguas son las de los mártires, celebradas ya en las catacumbas. Pronto aparecieron también las fiestas de los Ángeles, de San Juan Bautista, los Santos Inocentes, los Santos Apóstoles, Todos los Santos. El principio de esta fiesta tuvo lugar en tiempo del Papa Bonifacio IV (608-615), el cual dedicó el Panteón a la Santísima Virgen y a los Santos Mártires. Además, se comenzó a profesar devoción a obispos ilustres, como San Martín de Tours, San Atanasio, San Basilio y otros muchos. Precisamente por esta veneración a los mártires se escribieron los Martirologios o Menologios, y, sobre todo, las Pasiones, o Actas de los mártires, que eran relaciones de los martirios, con el objeto de que fueran leídas en las celebraciones de sus aniversarios.

Compendio de Historia de la Iglesia Católica

Bernardino Llorca, S.J.