Ferdinand Georg Waldmüller, 1858

(Museo del Belvedere, Viena)

UN enjambre de niños alegres y bulliciosos invade la entrada del claustro. ¡Es la hora de la comida! Los frailes la ofrecen diariamente a todos los necesitados que allí acuden. El potaje, sabroso y abundante, es distribuido en generosos pucheros de barro con sus cucharas.

La anunciación de la Encarnación del Señor. Y concebirás en tu seno, y a luz un hijo. Dice San Bernardo: Dos milagros, pero primorosamente relacionados entre sí.

La pobreza, la humildad, la penitencia y la obediencia

 María es la estrella del mar. ¡Oh humildad! Ella es estrella deslumbrante, que ilumina la noche, conduce al puerto, como una llama fulgurante y que muestra al Rey de reyes que dice: “Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón”.

Gedeón venció a los madianitas con antorchas, trompetas y cántaros. Así se lee en el libro de los Jueces.

En aquel tiempo, “José y María, la madre de Jesús, estaban maravillados de las cosas que se decían de Él”.

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Cuando ayunéis, etc. Este Evangelio se centra en el ayuno y la limosna.

… El saludo del ángel (a la Virgen María). Ave, llena de gracia: Éste es el viento grande y fuerte. Este saludo se dice espíritu, porque fue hecho a una persona espiritual por un espíritu angélico; grande porque promete cosas grandes; fuerte porque lo hace el fuerte Gabriel acerca del rey fuerte de la gloria.