¿Vemos los creyentes en todo lo que acontece signos manifiestos de la permisión divina, que nos llama a todos los humanos a la conversión?
Los conocedores del Evangelio de Jesús, válido para todos los hombres de todos los tiempos, lugares, creencias, condición y cultura, encuentran en las palabras de Jesucristo la respuesta cabal a la realidad actual en todo el mundo y de lo cual, tenemos todos puntual noticia.
Invito a todos los que buscan sentido a lo que está sucediendo a que vean, mediten y actúen según las claras palabras del Señor en la parábola de la viuda y el juez injusto:
Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre. Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él, diciendo: Hazme justicia de mi adversario. Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre, sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo, me agote la paciencia.
Y dijo el Señor: Oíd lo que dijo el juez injusto. ¿Y acaso Dios nos hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? Se tardará en responderles?
Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?
Sin comentarios.
