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Purificación de la Virgen (I)

  En este sermón  san Antonio compara a María con la tierra virgen, no contaminada, el nuevo paraíso, en contraposición al primero donde tuvo lugar el pecado de nuestros primeros padres. "En el principio, la tierra maldita por la obra de Adán, produjo espinas y abrojos después de la fatiga. Nuestra tierra, es decir, la Virgen bienaventurada, produjo en cambio, sin obra de hombre, el fruto bendito, que hoy ofreció a Dios Padre en el templo. Por tanto decimos: 'como fuego e incienso en el incensario...' 

(...) La Virgen María, que por el candor de su vida es llamada -Líbano- que quiere decir blancura, emanó de sí misma el incienso perfumado, o sea, la humanidad de Jesucristo, de cuyo perfume se ha llenado todo el mundo.

(El incienso se recoge dos veces al año). En la doble recogida del incienso está representada la doble oblación de Cristo. Primero lo ofreció la Madre en el Templo según la prescripción de Moisés, después Cristo se ofreció a sí mismo en sacrificio por la reconciliación del género humano".

El "sí" de María hizo posible la oblación de Cristo en la cruz. "La Virgen María fue, pues, llamada su 'esposa', porque Él (el Hijo de Dios) reposó en su tálamo y tuvo de ella la carne. Sea bendita en su tienda. '¡Todas las generaciones me llamarán bienaventurada!', ha proclamado María.

En su tienda es bendita, porque en ella reposó aquel que la había creado. En alabanza de ella, que está por encima de toda otra alabanza, todo argumento se agota; en su alabanza toda lengua balbucea porque la materia es inagotable".

"María (dice el Santo, haciendo referencia a la tienda del encuentro, fabricada por Moisés, según la describía una antigua Storia Scolastica)  es la casa dedicada a Dios, consagrada con la unción del Espíritu Santo, cuadrangular por las cuatro virtudes cardinales, oblonga por la perseverancia fnal, cerrada con tres paredes de virtudes contra el norte, el sur y el oeste. En el norte se representa la tentación del diablo, en el sur, el engaño del mundo, en el oeste la ruina del pecado.

(En el Cantar de los Cantares (4, 12) María es llamada jardín cerrado, hermana, y fuente sellada). La santísima Virgen, continúa diciendo el Santo, es llamada hermana de Cristo a causa de la carne en común. Ella fue jardín cerrado, con el muro de la humildad contra el norte; fuente sellada, con el sello de la virginidad contra el oeste".

En la fiesta de la Purificación (2 de febrero), los fieles llevan las candelas encendidas. La candela encendida está formada de tres cosas: fuego, cera y mecha. "En ellas está significada la verdadera penitencia: en el fuego el ardor de la contrición, que arranca todas las raíces de los vicios; en la cera la confesión del pecado: 'como se funde la cera ante el fuego' (Sal 68, 3), así por el ardor del arrepentimiento fluye de la boca de quien se confiesa la acusación de su pecado mientras se deslizan las lágrimas; en la mecha la severidad de la expiación".

"Jesucristo resplandece como fuego ante los pastores en su Natividad, a los Magos en su Epifanía, a Simeón y Ana que profetizaban en la Purificación de su Madre. En cambio, en su Pasión ardió como incienso en el fuego, y los cielos, la tierra y los infiernos se llenaron de su perfume; los ángeles del cielo gozaron por la redención del género humano, en la tierra los muertos resucitaron y  fueron liberados los prisioneros del infierno".