Usted está aquí

Novena de San Antonio y Peregrinación a Padua

Si ya lo haces, es un hábito que ya tienes, reza todos los días el Rosario, si fuera posible con las personas que viven contigo: esposa, esposo, los hijos que estén en casa, los nietos, otras personas; cada uno conoce su entorno, mejor que nadie.

Que, gracias a Dios, también lo haces; entonces procura hacer, este mes, algún acto especial en honor de la Virgen María: visita un santuario mariano, el de la Patrona de tu pueblo o comarca; esto también puede organizarse como excursión familiar o de amigos.

Hay prácticas piadosas que conllevan un compromiso personal, pero que  gratificantes resultan, máxime cuando su objetivo es acercarnos a nuestra Madre, la Virgen María, para pedirle que nos ayude y proteja, al tiempo que le damos gracias por todas las veces que ya lo ha hecho.

¡No desaprovechemos este mes de Mayo!