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Apogeo del monotelismo

Apogeo del monotelismo

La caída del valido Crisafio, la muerte de Teodosio II, el año 450, y la subida al trono de su hermana Pulquería, de convicciones profundamente ortodoxas, dieron por resultado un cambio radical. Inmediatamente se enviaron cartas de sumisión al Papa, y se propuso la celebración de un Concilio. León I accedió a los deseos de la emperatriz.

El concilio se reunió en octubre del año 451, en Calcedonia. El primer acto de la asamblea, formada por unos seiscientos prelados, fue juzgar la conducta de Dióscoro; lo excomulgaron y arrojaron del Concilio. Luego se leyó toda la documentación pontificia, y en particular se propuso la Epístola dogmática, que todos acogieron con las palabras: "Dios ha hablado por la boca de León." Proclamados luego los símbolos de Nicea y de Constantinopla, terminó el Concilio.

Después de Calcedonia

Los emperadores dieron exacto cumplimiento a las decisiones de Calcedonia; mas no por esto terminaron las contiendas monofisitas. Desterrados Dióscoro y Eutiques, apenas se tienen ya noticias de ellos; pero, desaparecida la mano fuerte de Pulquería y Marciano, los monofisitas volvieron a la batalla y continuaron luchando sin cesar. De este modo siguieron las contiendas. Desarrollóse la lucha de los patriarcas monofisitas de Alejandría y Antioquia, Eluros y Fullón, el cisma de Acacio y las interminables discusiones en tiempo de Justiniano I.

Monotelismo. Sergio

Esta nueva herejía debe ser considerada como un monofisitismo disimulado.  Su autor fue Sergio de Constantinopla. Según él, en Cristo existía una sola energía y una sola voluntad física, como resultado de la unión. Por esto, hablaban de monergetismo, y luego de monotelismo. Sergio propuso esta concepción como un modo de unir a los ortodoxos con los monofisitas, y el emperador Heraclio (610-641) la tomó por eso mismo con todo empeño.

El monje Sofronio, más tarde patriarca de Jerusalén, fue el primero en darse cuenta del peligro de esta ideología, e informó al Papa Honorio sobre ella. Como al mismo tiempo había éste recibido  cartas de Sergio, el Papa escribió entonces las dos cartas célebres, en las que intentó imponer silencio a ambas partes sobre estas materias.

Cuestión del Papa Honorio

Sobre estas dos cartas dirigidas a Sergio, se basa la célebre cuestión del Papa Honorio. ¿Erró el Papa Honorio en estas cartas? En realidad, debemos decir que son documentos doctrinales, en que el Papa habla con su autoridad, como lo hizo San León Magno con su Epístola dogmática. Pero de echo afirmamos que en las cartas no se contiene ningún error. Honorio habla en ellas de una voluntad moral, no física, en lo que consistía el error y herejía. Su defecto era de carácter práctico: el querer echar tierra encima e imponer silencio a todos.

Apogeo del monotelismo

Entre tanto, el monotelismo seguía triunfante. Heraclio, a propuesta de Sergio, publicó en 638 la Ekthesis, documento que debía servir para unificarlos a todos. Pero no obtuvo la deseada unión. En 647, el patriarca Paulo publicó el Typos, con el mismo objeto; mas tampoco consiguió nada. El nuevo emperador Constante II (641-668) tomó con inusitada energía la defensa de la herejía.

Contra ella luchó hasta su muerte Sofronio. Luego, particularmente, luchó San Martín I (649-655), el cual condenó solemnemente la herejía y a sus defensores. Por ello fue apresado, llevado al Oriente y murió mártir de sus sufrimientos. La segunda víctima fue San Máximo el Confesor, quien defendió constantemente la ortodoxia; fue desterrado y mutilado hasta que murió mártir.

Compendio de Historia de la Iglesia Católica

Bernardino Llorca, S.F.