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125 años junto a San Antonio (1896 – 2021)

Lo que sí vamos a hacer, y está a nuestro alcance, es ir desgranando a lo largo de 2021, algunos hitos de esta bella trayectoria. Recuperaremos artículos y misceláneas aparecidas en sus ya amarillas páginas, que resultarán de interés y cuiriosidad.

Comenzamos rescatando de su número 22, de enero de 1898, algunos trechos del editorial en el que se plasman los fines que la inspiraron y sus primeros pasos:

“Como siempre es grato ser portador de buenas nuevas, nos complacemos hoy en hacer un resumen de los trabajos realizados en la revista durante el último año, con la ayuda y cooperación de todos y con una decidida protección del cielo, pues sin ésta todos los esfuerzos hubieran resultado estériles.

La Revista al comenzar su publicación se proponía tres fines:

1º Desarrollar la devoción a San Antonio en su obra El Pan de los Pobres.

2º Proporcionar sufragios a las benditas almas del Purgatorio; y

3º Difundir por todas partes la buena lectura.

El primer objeto lo vamos consiguiendo satisfactoriamente, pues por las noticias que recibimos, gracias a nuestra Revista se han establecido en muchos pueblos los cepillos, los cuales producen cantidades que, si no remedian en absoluto la miseria, la alivian en gran parte. Buena prueba de ello, sin necesidad de salir de casa, como vulgarmente se dice, es lo que sucede en Bilbao. En un solo cepillo se han recaudado desde el 20 de enero de 897 al 4 de enero de 1898 la cantidad de 44.191,36 pesetas, lo cual unido a lo

recaudado el año anterior arroja la considerable cifra de 73.977,45 pesetas.

El segundo de nuestros propósitos era hacer decir con los productos de la Revista una Misa semanal en sufragio de las benditas almas del Purgatorio; pero pensando que esto era muy poco, se resolvió desde luego que, sin esperar a que la Revista rindiera producto alguno, se celebrase una Misa diaria durante todo el año a la intención de los subscriptores, y dos durante el mes de noviembre, aplicando una de ellas por el eterno descanso de los soldados fallecidos en las campañas de Cuba y Filipinas.

Como se ve, íbamos progresando, pero aún faltaba mucho para que quedaran satisfechas las ansias de nuestro corazón de enviar a raudales los sufragios al Purgatorio; y como la Revista, por la extraordinaria baratura de su subscripción no podía rendir grandes utilidades, se abrió en sus columnas una subscripción permanente de limosnas para la celebración del Santo Sacrificio de la Misa en sufragio de las benditas ánimas, admitiéndose limosnas desde cinco céntimos en adelante y distribuyendo los estipendios

entre sacerdotes pobres a fin de remediar así eI mayor número posible de necesidades. (…)

El conjunto de nuestros esfuerzos y el medio de llevar a cabo todos nuestros proyectos ha sido la Revista, en la que no se han escaseado gastos, y dentro del más estricto criterio

católico se ha procurado amoldar su contenido a todos los gustos y paladares, proporcionando lectura religiosa, amena y agradable. Dios ha bendecido nuestros esfuerzos y a Él solo debemos el que en dos años escasos contemos con el asombroso

número de más de 11.000 suscriptores.

No publicamos los anteriores datos por una simple vanagloria, no, los publicamos para que, conociendo nuestros favorecedores los resultados prácticos de su ayuda, se animen a trabajar aún más y no se desalienten. (…) Por eso, al comenzar el tercer año de nuestra publicación rendimos el testimonio sincero de nuestra gratitud a los piadosos y entusiastas propagadores de la Revista.

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Reiteramos estos mismos votos de agradecimiento a nuestros suscriptores y amigos, en el 125 Aniversario.