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Yo os digo que no juréis en absoluto

Evangelio del día

Lectura 1
Eliseo se levantó y marchó tras Elías
Lectura del primer libro de los Reyes 19,19-21

En aquellos días, Elías se marchó del monte y encontró a Eliseo, hijo de Safat, arando con doce yuntas en fila, él con la última. Elías pasó a su lado y le echó encima el manto.
Entonces Eliseo, dejando los bueyes, corrió tras Elías y le pidió:
- Déjame decir adiós a mis padres; luego vuelvo y te sigo.
Elías le dijo:
- Ve y vuelve; ¿quién te lo impide?
Eliseo dio la vuelta, cogió la yunta de bueyes y los ofreció en sacrificio; hizo fuego con los aperos, asó la carne y ofreció de comer a su gente; luego se levantó, marchó tras Elías y se puso a su servicio.

Salmo
Sal 15, 1-2a y 5. 7-8. 9-10
R. Tú, Señor, eres el lote de mi heredad.

Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti;
yo digo al Señor: «Tú eres mi bien».
El Señor es el lote de mi heredad y mi copa;
mi suerte está en tu mano.

Bendeciré al Señor, que me aconseja,
hasta de noche me instruye internamente.
Tengo siempre presente al Señor,
con él a mi derecha no vacilaré.

Por eso se me alegra el corazón,
se gozan mis entrañas,
y mi carne descansa serena.
Porque no me entregarás a la muerte,
ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción.

Evangelio
Yo os digo que no juréis en absoluto
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 5,33-37

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
- Habéis oído que se dijo a los antiguos: «No jurarás en falso» y «Cumplirás tus votos al Señor».
Pues yo os digo que no juréis en absoluto: ni por el cielo, que es el trono de Dios; ni por la tierra, que es estrado de sus pies; ni por Jerusalén, que es la ciudad del Gran Rey. Ni jures por tu cabeza, pues no puedes volver blanco o negro un solo pelo. A vosotros os basta decir «sí» o «no». Lo que pasa de ahí viene del Maligno. 

Comentario del Papa Francisco
Dios sabe lo que necesitamos, antes de que se lo pidamos. Cuando yo digo "Padre", llegao hasta la reíces de mi identidad cristiana, que es ser hijo, y esta es una gracia del Espíritu. "Padre" es la palabra que Jesús usaba en los momentos más fuertes: cuando estaba pletórico de alegría, de emoción y en la angustia de los momentos finales de su vida: "Padre, si es posible apartar de mi este cáliz. Cuandoa todo ha terminado, dice: "Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu". Él habla con el Padre: es el camino de la oracióny, por eso, yo me permito decir que es el espacio de la oración. Sin sentir que somos hijos, nuestra oración es pagana, es una oración de palabras. Está bien rezar a la Virgen, porque es una hija muy amada del Padre, y a los santos, que son todos amados por el Padre,,, Pero la piedra angular de la oración es "Padre".