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Sobre el afán de superación y la constancia

Hay en el ambiente una actitud de vida fácil y de éxito con metas a corto plazo porque la palabra sacrificio está proscrita. Las expectativas son que… no se sabe cómo pero llegará ¿? Y mientras llega se convive con la mediocridad y el “ir tirando”, lo que termina en un sentimiento de frustración que para combatirlo se recurre a la evasión en cualquiera de sus fórmulas.

Si me preguntaran ¿qué pautas propondrías para educar el afán de superación y la constancia en los hijos? diría que es bueno mostrarles la actitud que mantienen los deportistas: sufren con buena cara y desechan la queja y el lamento que conllevan las dificultades. Los hijos tienen que saber que el crecimiento y la maduración exigen, necesariamente, contar con el esfuerzo y esforzarse, claro está, cuesta. Pero es gracias a ese esfuerzo y afán de superación lo que posibilita el crecimiento de la persona y el logro de las metas propuestas.

¡Cuántos padres educan a sus hijos para que alcancen el éxito sin hacer alusión al sufrimiento natural que todo quehacer conlleva! Lo sensato sería educar a los hijos para afrontar los fracasos porque ¿qué es preferible, que un hijo se venga abajo ante una contrariedad o que sepa sobreponerse y hacer frente a dicha contrariedad? Si queremos lo segundo, habrá que entrenarles en…

- Elevar la tolerancia de la frustración mediante una “mentalidad deportiva”: las derrotas son oportunidades que de nuevo nos ofrecen la posibilidad de superarnos y mejorar.

- No quejarse cuando las cosas les salgan mal: que aprendan a gestionar esos estados de ánimo ya que son la base más inferior de la naturaleza humana y cuando nos dejamos gobernar por ellos, vivimos según el instinto y la comodidad. Y una vida que se apoye en los estados de ánimo, fracasa siempre. Todo lo que merece la pena hacer, hay que hacerlo venciendo los estados de ánimo… y eso conlleva vencer ese sentimiento de frustración, orgullo herido, vanidad, etc.

- Mantener la calma ante las contrariedades normales de la vida. Tienen que familiarizarse con ellas sabiendo que nos acompañan como la sombra que sigue al cuerpo…

- El lector, la lectora, puede continuar la lista.

Una actitud con “mentalidad deportiva”, de superación, requiere ejercicio y, como los deportistas, aceptar con agrado la dureza de los mismos ya que es lo único que posibilitará el éxito.