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San Eustaquio, Mártir – 20 de Septiembre

Tenía mujer e hijos, y, aunque gentil, era modesto y amigo de hacer bien. Cazando un día vió entre las astas de un ciervo un Crucifijo y oyó una voz que le dijo: «Eustaquio, ¿por qué me persigues?" Convertido con este milagro, Dios le probó como a Job quitándole su hacienda, por lo cual determinó buscar otro país. Tuvo el emperador Trajano necesidad de su valor para una guerra que se le ofreció; buscóle y, habiéndole hallado, le encomendó la empresa, con el cargo de capitán general. Consiguió la victoria, y en la vuelta encontró a su mujer y a sus hijos, y todos cuatro, por ser cristianos, fueron presos y puestos en un buey de metal hecho fuego, y en este martirio entregaron sus almas al Señor el día 20 de Septiembre año 130.