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Ruta de San Vicente Ferrer en Valencia

Basílica de los Desamparados, Valencia

La huella de ambos está registrada en la ciudad ofreciendo una piadosa ruta al visitante. Trazaremos hoy la del gran predicador dominico, patrón de la Comunidad Valenciana, del que se celebran ahora los 600 años de su muerte. Y dejaremos para una próxima ocasión la del mártir, nacido en Huesca, y patrón de la ciudad de Valencia.

Casa natalicia

San Vicente Ferrer nació en 1350. Su casa estaba situada en el número 1 de la calle del Pouet de San Vicente. A lo largo de los siglos, el edificio sufrió numerosas transformaciones, la última en 1950. Pero en su interior se conserva, convertida en capilla, la estancia donde según la tradición nació el santo. Para acceder a ella, en un plano inferior, pasamos junto al pocito de la casa familiar, al que los devotos han acudido para beber agua en ocasiones de calamidad.

Se cuenta que, siendo niño, Vicente hizo subir el agua del pozo hasta su borde para que un amigo recuperara el zapato que se le había caído.

La cerámica valenciana de la entrada, que data de 1755, recrea los milagros atribuidos al santo.

Representación de los “miracles”

Muy cerca de la casa de los Ferrer, en la calle del Mar, 37, encontramos un retablo en cerámica que recuerda el llamado “Miracle del salser”: el pequeño Vicente cura al hijo del comerciante de especies Miguel Garrigues, que sufría úlceras malignas en el cuello.

Estos episodios de su infancia dan origen a la devoción popular valenciana de las representaciones de los “miracles”, teatralizadas por niños en los quince altares que se montan en las calles, el lunes siguiente del segundo domingo de Pascua, día en que se le festeja. Este año, por tanto, el 6 de mayo.

Pila bautismal

En la cercana parroquia de San Esteban, una de las primeras erigidas en Valencia tras la reconquista en el siglo XIII, se conserva la pila bautismal del santo, una gran taza de piedra jaspeada.

El convento de Predicadores y su celda

El Convento de Predicadores estaba en el extenso solar que ocupa la Capitanía General, en la Plaza de Tetuán, 22. Fue cedido por el rey Jaime I en 1239 a los Dominicos para que edificasen su convento. De la época del Santo subsiste el hermoso Claustro Mayor, gótico y su Sala Capitular, magnífica estancia abovedada cuya construcción se remonta a principios del siglo XIV y en la que San Vicente tomó el hábito dominicano el 5 de febrero de 1367. A este convento estuvo vinculado en diversos momentos de su vida hasta 1413, cuando partió definitivamente de Valencia para entregarse a la predicación por muchas ciudades de Europa.

Su celda, transformada en capilla, es una casita flanqueada por dos naranjos, situada dentro de las instalaciones militares, en la esquina de la calle Ximenez Sandoval con el Paseo de la Ciudadela. Hay que concertar la visita, pero a través de la rejas puede verse.

Eco de su voz en la Catedral

En el lado izquierdo del actual presbiterio, debajo de un cuadro fiel de San Vicente, se conserva el púlpito gótico desde el que predicó en 1413.

También desde el púlpito de piedra de la capilla del Santo Cáliz alzó su voz nuestro Santo. Por último, en la pared exterior de la catedral cerca de su puerta románica, en 1955 se puso un retablo de cerámica que recuerda el trabajo pacificador realizado por San Vicente entre las poderosas y enfrentadas familias de los Centelles y Vilaraguts en esta ciudad.

Escuelas de Gramática y Artes

Por mediación y consejo de San Vicente, en el solar que hoy ocupan las Cortes Valencianas, se fundaron en 1412 las Escuelas de Gramática y Artes, antecedente de la Universidad de Valencia.

La casa del “Miracle del Mocadoret”

La ruta de San Vicente Ferrer pasa por la Plaza del Miracle del Mocadoret, donde según la tradición en 1385 predicando el Santo en Valencia, en las gradas de la Plaza del Mercado, se detuvo muy conmovido y dijo a los oyentes: “Ahora mismo estoy viendo que unos hermanos nuestros piden socorro inmediato. Si no se les da morirán”. Le preguntaron dónde estaban esas personas. Él contestó: “Seguid a mi pañuelo (mocador) y donde él entre, entrad”. Y lanzó su pañuelo al aire, el cual fue volando y entró por la ventana de la buhardilla de una casa ubicada donde están ahora colocados unos azulejos y lápidas. En ella, en efecto, se estaba consumiendo de hambre una familia, que fue socorrida.

El mayor de sus milagros

En 1410 a instancias de San Vicente se fundó en Valencia una institución que se encargase de la asistencia y cuidado de niños huérfanos y desamparados de las calles de la ciudad. A lo largo de su centenaria historia ha ido teniendo diversas ubicaciones. Actualmente el Colegio tiene sus modernas instalaciones a la entrada de San Antonio de Benagéber, a catorce kilómetros. En él se guarda una importante reliquia del Santo. Este “Colege dels xiquets de Sant Vicent” es un milagro, el mayor de todos, porque viene funcionando a lo largo de seis siglos, fiel a la idea y móvil de su Santo Fundador.

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Taumaturgo, predicador y filósofo, hábil negociador e inteligente pacificador, San Vicente Ferrer dejó su huella en el recuerdo de los pueblos y será recordado como una de las más destacadas personalidades de su tiempo. Constan 860 prodigios o milagros en su Proceso de su Canonización. Predicando siempre en su lengua valenciana, era comprendido por castellanos, franceses, vascos, italianos del Piamonte y Lombardía. Falleció en Vannes, Francia, el 5 de abril de 1419. Sus restos mortales se veneran en la Catedral.

Para saber más:

“San Vicente Ferrer. Vida y leyenda de un predicador”.
   Joan F. Mira. Editorial ALGAR.
- www.santvicentferrer.org
www.valenciabonita.es/2018/07/31/ruta-sanvicente-ferrer-valencia