Tras once intensos meses realizando sus ejercicios espirituales en Manresa, llega por primera vez a la ciudad Condal en marzo de 1523. Se queda un mes, el tiempo de preparar su viaje a Jerusalén.
La segunda estancia en Barcelona tuvo lugar al año siguiente, cuando, a la vuelta de Jerusalén, decidió estudiar latín en Barcelona para emprender el camino del sacerdocio. Esta vez su estancia duró dos años y medio: de principios de febrero de 1524 a mediados de julio de 1526.
La tercera duró un máximo de tres meses cuando, en septiembre de 1527, debido a las travas que sufrió en Salamanca, decidió continuar sus estudios en París. De camino se detuvo en Barcelona.
Recorreré algunos de los lugares donde encontramos su huella.
Salvado del naufragio
En su primera estancia le sucede un singular episodio. Era el mes de marzo de 1523. Tras asistir a un sermón en la Basílica de los Santos Justo y Pastor, quedándose un rato en oración, fue advertido por una distinguida dama, Isabel Roser, que sabiendo de su propósito de peregrinar a Tierra Santa, tuvo la corazonada de llamarlo para conversar con él y aconsejarle que cambiara de navío por creerlo defectuoso. La intuición no le falló: dicho navío se hundió poco después de abandonar el puerto. Frente a la Basílica aún está la Casa de Isabel Roser, en la que posteriormente San Ignacio se encontraría con las principales señoras de Barcelona, que le ayudaron en sus estudios.
La habitación perdida
La casa de Inés Pascual que albergó a Ignacio durante sus estancias en Barcelona estaba situada en la Calle Cotoners. La apertura en el siglo XIX de la Calle Princesa obligó a derribarla en su totalidad. La habitación que el Santo ocupó debía situarse a la altura del primer piso del edificio que ahora hace chaflán con la actual Calle de Sant Ignasi. La vivienda pertenecía a Agnès Pascual, mujer que lo acogió y lo cuidó, con tanta estima, que el santo, huérfano desde niño, la sentía como “una madre”.
Mendigo en la Iglesia de Santa María del Mar
En la Calle Sombrerers, enfrente de la puerta lateral de Santa María del Mar, espléndida construcción del gótico-catalán (1329-1383), se hallaba la casa en la que vivía el Maestro Ardévol, profesor de latín de Ignacio. Por esa puerta entró en el templo con su maestro para prometerle, “sentados” en el interior, que se centraría en los estudios antes que en devociones dispersivas. Junto a esa misma puerta, pero por dentro del templo, al pie de la pila del agua bendita, hay una lápida que señala el lugar exacto en el que se colocaba Ignacio cuando pedía limosna.
La limosna que Ignacio conseguía, le servía para mantenerse, y también para darla a personas más necesitadas que él… El hijo de Agnès Pascual testifica en sus cartas que la calle del domicilio familiar parecía un hospital, llena de gente esperando para ser atendida por el santo.
Su banqueta y jergón
La capilla del Palacio Real Menor de Barcelona conocido popularmente como el Palau, antigua iglesia de Templarios (hoy dentro de las instalaciones de la Fundación “Migra Studium”), guarda, entre otros objetos, el colchón y el banco de oración utilizados por el peregrino en casa de Agnès Pascual. Los encontramos en una pequeña capilla lateral, bajo el altar.
Su espada
Después de once intensos meses de oración y ejercicios espirituales en su cueva de Manresa, en la víspera de la Anunciación, “veló las armas” durante la noche entera ante la Virgen de Monserrat, y hecha confesión general, que duró tres días, entregó en señal de conversión completa, su espada, su puñal y el talabarte y a los pies de la “Moreneta”.
La espada estuvo en Montserrat como exvoto hasta comienzos del siglo XVII. El puñal y el talabarte desaparecieron muy pronto.
Desde el 25 de marzo de 1907, la espada se encuentra en un altar lateral de la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús de los Padres jesuitas, en el número 27 de la calle Caspe, en Barcelona.
La espada con su empuñadura, de la que se ha perdido la guarda, mide 115 cm. Son bien visibles las marcas del gremio de Toledo, donde fue confeccionada; la del espadero y los signos del caballero propietario, YY (=Yñigo Yañez), que así se llamaba Ignacio antes de su conversión.
El día 31 de Julio, festividad de San Ignacio –me cuenta con añoranza el hermano Olegario, que atiende la sacristía– salían los alumnos del colegio en la procesión, portando en alto la espada.
Datos útiles:
– Iglesia del Sagrado Corazón.
c/ Casp, 27 - Barcelona (Tel.: 93 301 23 50).
Misas: 13:15h y 17:30h. Abre media hora antes.
– Capilla del “Palau” Carrer del Palau, 3.
Barcelona (Tel.: 934 12 09 34).
Abre sólo el domingo para la misa de 19:30h.
El resto de la semana está cerrado. Aunque,
ocasionalmente, puede pedírsele el favor de
mostrarla a la amable recepcionista de la Fundación
“Migra Estudium”.
– Basílica de Santa María del Mar.
Abierto de 9:00h a 13:00h y de 17:00h a 20:30h.
Para saber más:
– “Recuerdos Ignacianos en Barcelona”. Miguel
Lop Sebastià S.J. (Puede descargarse en:
https://www.cristianismeijusticia.net/es/extrarecuerdos-
ignacianos-en-barcelona)