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Lo matarán, pero resucitará. Los hijos están exentos de impuestos

Jesucristo es el mismo ayer y hoy y siempre. Evangelio del día

Lectura 1
Circuncidad vuestro corazón. Amaréis al forastero, porque forasteros fuisteis 
Lectura del libro del Deuteronomio 10,12-22 

Habló Moisés al pueblo y dijo: 
- Ahora, Israel, ¿qué es lo que te exige el Señor, tu Dios? 
Que temas al Señor, tu Dios, que sigas sus caminos y lo ames, que sirvas al Señor, tu Dios, con todo el corazón y con toda el alma, que guardes los preceptos del Señor, tu Dios, y los mandatos que yo te mando hoy, para tu bien. 
Cierto: del Señor son los cielos, hasta el último cielo, tierra y todo cuanto la habita, con todo, sólo de vuestros padres se enamoró el Señor, los amó, y de su descendencia os escogió a vosotros entre todos los pueblos, como sucede hoy. 
Circuncidad vuestro corazón, no endurezcáis vuestra cerviz: que el Señor, vuestro Dios, es Dios de dioses y Señor de señores. 
Dios grande, fuerte y terrible, no es parcial ni acepta soborno, hace justicia al huérfano y a la viuda, ama al forastero, dándole pan y vestido. 
Amaréis al forastero, porque forasteros fuisteis en Egipto. Temerás al Señor, tu Dios, te pegarás a él, en su nombre jurarás. 
Él será tu orgullo, él será tu Dios, pues él hizo a tu favor las terribles hazañas que tus ojos han visto. 
Setenta eran tus padres cuando bajaron a Egipto, y ahora el Señor, tu Dios, te ha hecho numeroso como las estrellas del cielo.

Salmo
Sal 147, 12-13. 14-15. 19-20 
R. Glorifica al Señor, Jerusalén. 

Glorifica al Señor, Jerusalén, 
alaba a tu Dios, Sión: 
que ha reforzado los cerrojos de tus puertas, 
y ha bendecido a tus hijos dentro de ti. 

Ha puesto paz en tus fronteras, 
te sacia con flor de harina; 
él envía su mensaje a la tierra, 
y su palabra corre veloz. 

Anuncia su palabra a Jacob, 
sus decretos y mandatos a Israel; 
con ninguna nación obró así, 
ni les dio a conocer sus mandatos.

Evangelio
Lo matarán, pero resucitará. Los hijos están exentos de impuestos 
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 17,22-27 

En aquel tiempo, mientras Jesús y los discípulos recorrían juntos Galilea, les dijo Jesús: 
-"Al Hijo del hombre lo van a entregar en manos de los hombres, lo matarán, pero resucitará al tercer día." 
Ellos se pusieron muy tristes. 
Cuando llegaron a Cafarnaún, los que cobraban el impuesto de las dos dracmas se acercaron a Pedro y le preguntaron: 
-"¿Vuestro Maestro no paga las dos dracmas?" 
Contestó: 
-"Sí." 
Cuando llegó a casa, Jesús se adelantó a preguntarle: 
-"¿Qué te parece, Simón? Los reyes del mundo, ¿a quién le cobran impuestos y tasas, a sus hijos o a los extraños?" 
Contestó: 
-"A los extraños." 
Jesús le dijo: 
-"Entonces, los hijos están exentos. Sin embargo, para no escandalizarlos, ve al lago, echa el anzuelo, coge el primer pez que pique, ábrele la boca y encontrarás una moneda de plata. Cógela y págales por mí y por ti." 

Comentario del Papa Francisco
Como escribí en la exhortación apostólica Evangelii gaudium, estamos llamados a ser una Iglesia “en salida”, en movimiento desde el centro hacia la periferia, para salir al encuentro de todos, sin miedo, sin desconfianza y con valentía apostólica ¡Cuántos hermanos y hermanas, cuantas situaciones, cuántos contextos, incluso de más difíciles, tienen necesidad de la luz del Evangelio.