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El que escucha la Palabra y la entiende, ése dará fruto

Evangelio del día

Lectura 1
Os daré pastores conforme a mi corazón 
Lectura del profeta Jeremías 3,14-17 

Volved, hijos apóstatas -oráculo del Señor- 
soy vuestro dueño. 
Os escogeré a uno de una ciudad, 
a dos de una tribu, 
y os traeré a Sión. 
Os daré pastores conforme a mi corazón, 
que os apacienten con ciencia y experiencia. 
Cuando os multipliquéis y crezcáis en el país, 
en aquellos días -oráculo del Señor-, 
ya no se nombrará el arca de la alianza del Señor: 
no se recordará ni se mencionará, 
no se echará de menos, ni se hará otra. 
En aquel tiempo llamarán a Jerusalén 
«Trono del Señor», 
esperarán en ella todas las naciones, 
por el nombre del Señor que está en Jerusalén; 
y ya no seguirán la maldad de su corazón obstinado.

Salmo
Jr 31, 10. 11-12ab. 13 
R. El Señor nos guardará como un pastor a su rebaño. 

Escuchad, pueblos, la palabra del Señor, 
anunciadla en las islas remotas: 
«El que dispersó a Israel lo reunirá, 
lo guardará como un pastor a su rebaño». 

Porque el Señor redimió a Jacob, 
lo rescató de una mano más fuerte. 
Vendrán con aclamaciones a la altura de Sión, 
afluirán hacia los bienes del Señor. 

Entonces se alegrará la doncella en la danza, 
gozarán los jóvenes y los viejos; 
convertiré su tristeza en gozo, 
los alegraré y aliviaré sus penas.

Evangelio
El que escucha la Palabra y la entiende, ése dará fruto 
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 13,18-23 

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: 
- Vosotros oíd lo que significa la parábola del sembrador: 
Si uno escucha la palabra del Reino sin entenderla, viene el Maligno y roba lo sembrado en su corazón. Esto significa lo sembrado al borde del camino. 
Lo sembrado en terreno pedregoso significa el que la escucha y la acepta enseguida con alegría; pero no tiene raíces, es inconstante, y, en cuanto viene una dificultad o persecución por la Palabra, sucumbe. 
Lo sembrado entre zarzas significa el que escucha la Palabra; pero los afanes de la vida y la seducción de las riquezas la ahogan y se queda estéril. 
Lo sembrado en tierra buena significa el que escucha la Palabra y la entiende; ése dará fruto y producirá ciento o sesenta o treinta por uno.

Comentario del Papa Francisco
La semilla de la Palabra de Dios a menudo es bloqueada por las tribulaciones, ahogada por preocupaciones y seducciones mundanas. Todas estas dificultades podrían desalentarnos, replegándonos por sendas aparentemente más cómodas. Pero la verdadera alegría de los llamados consiste en creer y experimentar que Él, el Señor, es fiel, y con Él podemos caminar, ser discípulos y testigos del amor de Dios, abrir el corazón a grandes ideales, a cosas grandes.