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Todo el que esté peleado con su hermano será procesado

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: 
- Si no sois mejores que los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos. 
Habéis oído que se dijo a los antiguos: «No matarás», y el que mate será procesado. 
Pero yo os digo: todo el que esté peleado con su hermano será procesado. Y si uno llama a su hermano «imbécil», tendrá que comparecer ante el Sanedrín, y si lo llama «renegado», merece la condena del fuego. 
Por tanto, si cuando vas a poner tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda. 
Con el que te pone pleito, procura arreglarte enseguida, mientras vais todavía de camino, no sea que te entregue al juez, y el juez al alguacil, y te metan en la cárcel. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último cuarto.

Comentario del Papa Francisco

“Si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos” (Mt 5, 20). ¿Pero qué significa esta “plenitud” de la Ley? Y esta justicia mayor, ¿en qué consiste? Inicia desde el quinto mandamiento: “Habéis oído que se dijo a los antiguos: “No matarás… Pero yo os digo: todo el que se deja llevar de la cólera contra su hermano será procesado” (Mt 5, 21-22). Con esto, Jesús nos recuerda que incluso las palabras pueden matar. Cuando se dice de una persona que tiene la lengua de serpiente, ¿qué se quiere decir? Que sus palabras matan. El amor al prójimo es una actitud tan fundamental que Jesús llega afirmar que nuestra relación con Dios no puede ser sincera si no queremos hacer las paces con el prójimo. Por ello estamos llamados a reconciliarnos con nuestros hermanos antes de manifestar nuestra devoción al Señor en la oración.