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Mi alma esta triste hasta la muerte

Jesús fue con sus discípulos a un huerto, llamado Getsemaní, y les dijo: 
- Sentaos aquí, mientras voy allí a orar. 
Y llevándose a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, empezó a sentir tristeza y angustia. 
Entonces les dijo: 
- Mi alma esta triste hasta la muerte; quedaos aquí y velad conmigo. 
Y adelantándose un poco cayo rostro en tierra y oraba diciendo: 
-Padre mío, si es posible, que pase de mi este cáliz. Pero no se haga como yo quiero, sino como quieres tú. 
Y volví a los discípulos y los encontró dormidos. 
Dijo a Pedro: 
- ¿No habéis podido velar una hora conmigo? Velad y orad para no caer en tentación, pues el espíritu esta pronto, pero la carne es débil. 
De nuevo se apartó por segunda vez y oraba diciendo: 
- Padre mío, si este cáliz no puede pasar sin que yo lo beba, hágase tu voluntad. 

Comentario del Papa Francisco

El Señor Jesús es el único sumo sacerdote del Nuevo Testamento, pero en Él también todo el pueblo santo de Dios ha sido constituido pueblo sacerdotal. Sin embargo, el Señor Jesús quiso escoger a algunos en particular, para que, ejercitando públicamente en la Iglesia y en su nombre el oficio sacerdotal a favor de todos los hombres, continúen su misión personal de maestro, sacerdote y pastor: comprometeos a unir a los fieles en una sola familia, para conducirlos a Dios Padre, por medio de Cristo en el Espíritu Santo. Tened siempre ante los ojos el ejemplo del Buen Pastor, que no vino para ser servido, sino para servir y para buscar y salvar lo que estaba perdido.