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Hoy os ha nacido un Salvador

En aquellos días, salió un decreto del emperador Augusto, ordenando hacer un censo del mundo entero. 
Éste fue el primer censo que se hizo siendo Quirinio gobernador de Siria. Y todos iban a inscribirse, cada cual a su ciudad. 
También José, que era de la casa y familia de David, subió desde la ciudad de Nazaret en Galilea a la ciudad de David, que se llama Belén, para inscribirse con su esposa María, que estaba encinta. Y mientras estaban allí le llegó el tiempo del parto y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en la posada. 
En aquella región había unos pastores que pasaban la noche al aire libre, velando por turno su rebaño. 
Y un ángel del Señor se les presentó: la gloria del Señor los envolvió de claridad y se llenaron de gran temor. 
El ángel les dijo: 
- No temáis, os traigo la buena noticia, la gran alegría para todo el pueblo: hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor. Y aquí tenéis la señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre. 
De pronto, en torno al ángel, apareció una legión del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo: 
- Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres que Dios ama.

Comentario del Papa Francisco

La gracia que ha aparecido en el mundo es Jesús, nacido de María Virgen, Dios y hombre verdadero. Ha venido a nuestra historia, ha compartido nuestro camino. Ha venido para librarnos de las tinieblas y darnos la luz. En Él ha aparecido la gracia, la misericordia, la ternura del Padre: Jesús es el amor hecho carne. No es solamente un maestro de sabiduría, no es un ideal al que tendemos y del que nos sabemos forzosamente distantes, es el sentido de la vida y de la historia que ha puesto su tienda entre nosotros.