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No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores

En aquel tiempo, Jesús salió de nuevo a la orilla del lago; la gente acudía a él, y les enseñaba. 
Al pasar, vio a Leví, el de Alfeo, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: 
- Sígueme. 
Se levantó y lo siguió. 
Estando Jesús a la mesa en su casa, de entre los muchos que lo seguían un grupo de publicanos y pecadores se sentaron con Jesús y sus discípulos. 
Algunos escribas fariseos, al ver que comía con publicanos y pecadores, les dijeron a los discípulos: 
- ¡De modo que come con publicanos y pecadores! 
Jesús lo oyó y les dijo: 
- No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores.

Comentario del Papa Francisco

San Mateo: cómo robaba ese. Además, cómo traicionaba a su pueblo. Y dice el Evangelio que, a la noche, Jesús fue a cenar con él y otros con él. San Ambrosio tiene una frase que a mí me conmueve mucho: “Donde hay misericordia, está el espíritu de Jesús. Donde hay rigidez, están solamente sus ministros”