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Los miedos en la configuración del carácter

Precisamente por esto, es importante que los padres lo tengan presente a la hora de educar a sus hijas e hijos ya que generan timidez, angustia, tensión y hacen que la persona se sitúe continuamente a la defensiva.

Una persona con miedo teme cada nuevo día, cada nuevo encuentro, cada nueva situación, cada nuevo reto y esto puede llevarla a vivir continuamente angustiada o a encerrar su corazón detrás de una coraza.

Los rasgos comunes de las personas que crecen con miedos son su incapacidad para tener una relación confiada, una falta de interés para hacer amigas/amigos y gran dificultad para abrirse a los demás a través de una conversación formal.

Hay algunas actitudes que los padres debieran contemplar si quieren ayudar al niño, a la niña, a superar sus temores y el objetivo debe ser transmitir apoyo y confianza. Cosas que, por ejemplo, pueden hacer: hablar con la hija, el hijo, sobre los temas que le producen temor, ya sea la oscuridad, las vacunas, las chicas/chicos que se meten con él/ella, fantasmas, monstruos y personajes de malignos que aparecen en las películas, los malos resultados académicos, etc.

Por supuesto hay que evitar ridiculizarla/ lo o hacerla/le sentir que es una/un cobarde. Al contrario, se debe transmitir que todo el mundo tiene miedos pero que poco a poco, enfrentándose a ellos, terminan superándose.

Por eso, no es bueno sobreprotegerles y evitarles continuamente situaciones en las que puedan enfrentarse y vencerlos.

¿Qué cosas se pueden hacer para ayudarles? Acompañar y cogerles de la mano mientras nos cruzamos con un perro. Ver una película juntos para hacer algún comentario acerca de los personajes que les dan miedo. Verbalizar las pesadillas animándoles a que las dibujen y les pongan un final feliz. No engañarles y decirles que el pinchazo puede doler un poquito pero es para evitar caer enfermos…

¿Qué necesita la persona para superar sus miedos? Aprobación, apoyo, compañía, manifestaciones de cariño y de confianza, oportunidades para relacionarse con sus iguales y para hacer amistades, más valoraciones positivas que negativas ante lo que hace, y mucha paciencia y serenidad en los padres.