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Loreto, y la casa de la Virgen

Traslación de la Santa Casa Francesco Foschi s. XVIII. Pinacoteca del Santuario, Loreto, Italia

LORETO es un pequeño municipio italiano, de la provincia de Ancona, en las Marcas, frente al mar Adriático. Su origen y su gloria se debe a venerarse entre sus muros la Santa Casa de la Virgen María. Allí posó a finales del año 1296, sin cimiento alguno, en medio de un camino vecinal, trasladada milagrosamente por los ángeles. De ahí que sea la patrona de la aviación.

La casa de la Virgen estaba formada por tres paredes de ladrillo, adosadas a una cueva excavada en la roca (que se encuentra en Tierra Santa, en la Basílica de la Anunciación de Nazaret). Era un tipo de construcción, humilde, muy común en Israel en aquella época.

Pertenecía a los padres de la Virgen, Joaquín y Ana. Allí nació y tuvo el anuncio del Ángel, y, con su “hágase en mí, según tu voluntad”, la Encarnación del Verbo. Sus paredes vieron crecer al Niño Jesús, y acogieron el último aliento de vida del bendito patriarca San José.

Misteriosa Traslación

Unos días antes de la derrota final del ejército cruzado en Tierra Santa, en la noche del 9

al 10 de mayo de 1291 la Santa Casa de la Virgen desapareció inexplicablemente. Varios peregrinos que llegaron poco después así lo atestiguaron.

Los muros benditos iniciaron un asombroso itinerario, posando primeramente, esa misma noche, en Tarseto (en Dalmacia, Croacia), llegó a Ancona, que en ese momento era el puerto más importante de los Estados Pontificios. Tres años más tarde, el 10 de diciembre de 1294 aparecerían transportados de nuevo, milagrosamente, a la ribera opuesta del Adriático, a Italia, entre un bosque de laureles. De allí el nombre de Loreto (del latín Lauretum: lugar poblado de laureles). Y así hasta cinco veces hasta su actual ubicación, que sucedió a finales de 1296.

La corriente crítica actual, a la que se cuesta creer en el poder de Dios, se inclina a pensar que los tres muros que conforman la Santa Casa fueron desmontados a prisa por los cruzados y traídos en navío. Hay muchas inverosimilitudes en esta peculiar hipótesis, pero, no entraré en la controversia. De lo que nadie duda, es de la autenticidad de las benditas paredes.

Corazón de la cristiandad

Desde los orígenes del cristianismo la Casa de la Virgen, aún en vida, se transformó en un lugar de culto y peregrinación. Con el tiempo, sufrió algunas transformaciones, para acomodar la gran afluencia de fieles. Se la cobijó bajo una basílica, primero de construcción bizantina y luego cruzada. El celo de algunos devotos provocó la desaparición de algunos ladrillos que luego tuvieron que ser repuestos. Pero es un hecho

cierto e innegable que durante siglos la morada de la Virgen fue preservada de todo peligro. Incluso en 1263, cuando los ejércitos islámicos arrasaron la Basílica de la Anunciación, la Casa Santa, que estaba debajo de esta, se salvó.

“Auténtico corazón mariano de la cristiandad”, en palabras de Juan Pablo II, el santuario ha sido durante siglos, y sigue siendo hoy en día, uno de los más importantes lugares de peregrinación del mundo católico. Ha sido visitado por cerca de 200 santos y beatos y por numerosos pontífices. El 10 de diciembre se conmemora litúrgicamente la traslación de la Santa Casa. En Loreto se encienden grandes hogueras en la víspera, para rezar el rosario en torno al fuego y cantar las letanías a la Virgen y canciones populares.

Y se conserva la tradición de poner en las casas al menos una luz, generalmente de vela, en el alféizar de la ventana.

Curiosidades y hallazgos recientes

Las excavaciones arqueológicas de los años sesenta, mostraron cómo la Santa Casa carecía de cimientos, e incluso se había asentado sobre un camino sin allanar, sobre un surco que deja en el aire parte de una de las paredes. Y cuando se comparan las dimensiones y características de los cimientos de la Santa Casa, en Nazaret, con las paredes de Loreto, coinciden perfectamente.

Curioso hallazgo también, el de cinco cruces de tela roja, insignias de los peregrinos cruzados, entre las piedras, bajo la ventana de la Anunciación. En las mismas excavaciones, se descubrió un huevo de avestruz y algunas monedas de Guido II de la Roche, duque de Atenas (1287-1308).

Datos útiles:

– Web oficial del Santuario:
https://santuarioloreto.it/

Para saber más:

“Il Miracolo della Santa Casa di Loreto”.
Federico Catani. Editado por Luci sull’Est,
2018. Edición rícamente ilustrada.