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Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza

Dios reprende a los que ama. Evangelio del día

Lectura 1

Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza 
Y dijo Dios: 
- Pululen las aguas un pulular de vivientes, 
y pájaros vuelen sobre la tierra 
frente a la bóveda del cielo. 
Y creó Dios los cetáceos 
y los vivientes que se deslizan 
y que el agua hace pulular según sus especies, 
y las aves aladas según sus especies. 
Y vio Dios que era bueno. 
Y Dios los bendijo diciendo: 
Creced, multiplicaos, llenad las aguas del mar; 
que las aves se multipliquen en la tierra. 
- Pasó una tarde, pasó una mañana: el día quinto. 
Y dijo Dios: produzca la tierra vivientes 
según sus especies: 
animales domésticos, 
reptiles y fieras según sus especies. 
Y así fue. 
E hizo Dios las fieras según sus especies, 
los animales domésticos según sus especies 
y los reptiles según sus especies. 
Y vio Dios que era bueno. 
Y dijo Dios: hagamos al hombre 
a nuestra imagen y semejanza; 
que domine los peces del mar, 
las aves del cielo, 
los animales domésticos, 
los reptiles de la tierra. 
Y creó Dios al hombre a su imagen; 
a imagen de Dios lo creó; 
hombre y mujer los creó. 
Y los bendijo Dios y les dijo: 
Creced, multiplicaos, 
llenad la tierra y sometedla; 
dominad los peces del mar, 
las aves del cielo, 
los vivientes que se mueven sobre la tierra. 
Y dijo Dios: mirad, os entrego todas las hierbas 
que engendran semilla sobre la faz de la tierra; 
y todos los árboles frutales que engendran semilla 
os servirán de alimento; 
y a todas las fieras de la tierra, 
a todas las aves del cielo, 
a todos los reptiles de la tierra 
-a todo ser que respira- 
la hierba verde les servirá de alimento. 
Y así fue. 
Y vio Dios todo lo que había hecho: 
y era muy bueno. 
- Pasó una tarde, pasó una mañana: el día sexto. 
Y quedaron concluidos 
el cielo, la tierra y sus ejércitos. 
Y concluyó Dios para el día séptimo 
todo el trabajo que había hecho; 
y descansó el día séptimo 
de todo el trabajo que había hecho. 
Y bendijo Dios el día séptimo y lo consagró, 
porque en él descansó 
de todo el trabajo 
que Dios había hecho cuando creó. 
Ésta es la historia de la creación 
del cielo y de la tierra.

Salmo

Sal 8, 4-5. 6-7. 8-9 
R. Señor, dueño nuestro, ¡qué admirable es tu nombre en toda la tierra! 

Cuando contemplo el cielo, obra de tus dedos, 
la luna y las estrellas que has creado, 
¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él, 
el ser humano, para darle poder? 

Lo hiciste poco inferior a los ángeles, 
lo coronaste de gloria y dignidad; 
le diste el mando sobre las obras de tus manos, 
todo lo sometiste bajo sus pies. 

Rebaños de ovejas y toros, 
y hasta las bestias del campo, 
las aves del cielo, los peces del mar, 
que trazan sendas por el mar.

Evangelio

Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres 
Lectura del santo Evangelio según San Marcos 7,1-13 

En aquel tiempo, se acercó a Jesús un grupo de fariseos con algunos escribas de Jerusalén, y vieron que algunos discípulos comían con manos impuras, es decir, sin lavarse las manos. 
(Los fariseos, como los demás judíos, no comen sin lavarse antes las manos, restregando bien, aferrándose a la tradición de sus mayores, y, al volver de la plaza, no comen sin lavarse antes, y se aferran a otras muchas tradiciones, de lavar vasos, jarras y ollas). 
Según eso, los fariseos y los escribas preguntaron a Jesús: 
- ¿Por qué comen tus discípulos con manos impuras y no siguen la tradición de los mayores? 
Él les contestó: 
- Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, como está escrito: 
«Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. El culto que me dan está vacío, porque la doctrina que enseñan son preceptos humanos. Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres». 
Y añadió: 
- Anuláis el mandamiento de Dios por mantener vuestra tradición. Moisés dijo: «Honra a tu padre y a tu madre» y «el que maldiga a su padre o a su madre tiene pena de muerte»; en cambio, vosotros decís: si uno le dice a su padre o a su madre: «Los bienes con que podría ayudarte los ofrezco al templo», ya no le permitís hacer nada por su padre o por su madre, invalidando la palabra de Dios con esa tradición que os trasmitís; y como éstas hacéis muchas.

Comentarios del Papa

En el Evangelio, Jesús encuentra agente que tiene miedo de ponerse en camino y que se conforma con una caricatura de Dios. Es un documento de identidad falso. Estos no-inquietos han hecho callar la inquietud del corazón, pintar a Dios con mandamientos y se olvidan de Dios: “Dejáis el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres”,  y así se alejan de Dios… Ponte en camino y tendrás conocimiento de tu identidad, porque tú eres imagen de Dios. Ponte en camino y busca a Dios.