Usted está aquí

Genealogía de Jesucristo

Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abrahán: 
Abrahán engendró a Isaac, Isaac a Jacob, Jacob a Judá y a sus hermanos. Judá engendró de Tamar a Farés y a Zará, Farés a Esrón, Esrón a Aram, Aram a Aminadab, Aminadab a Naasón, Naasón a Salmón, Salmón a Booz de Rahab, Booz a Obed de Rut, Obed a Jesé, Jesé engendró a David, el rey. 
David de la mujer de Urías engendró a Salomón, Salomón a Roboam, Roboam a Abías, Abías a Asaf, Asaf a Josafat, Josafat a Joram, Joram a Ozías, Ozías a Joatam, Joatam a Acaz, Acaz a Ezequías, Ezequías engendró a Manasés, Manasés a Amós, Amós a Josías, Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos, cuando el destierro de Babilonia. 
Después del destierro de Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, Salatiel a Zorobabel, Zorobabel a Abiud, Abiud a Eliaquín, Eliaquín a Azor, Azor a Sadoc, Sadoc a Aquim, Aquim a Eliud, Eliud a Eleazar, Eleazar a Matan, Matan a Jacob, y Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo. 
Así, las generaciones de Abrahán a David fueron en total catorce; desde David hasta la deportación, catorce, y desde la deportación a Babilonia hasta el Mesías, catorce.

Comentario del Papa Francisco

En esta última semana que precede a la Navidad la Iglesia repite la oración: ¡Ven, Señor! Y haciendo así, llama al Señor con tantos nombres distintos, llenos de un mensje sobre el Señor mismo: Oh sabiduría, oh Dios poderoso, oh raíz de Jesé, oh sol, oh rey de las naciones, oh Emanuel. La Iglesia hace esto porque está en espera de un parto. En efecto también la Iglesia, esta semana, es como María: en espera del parto. En su corazón la Virgen sentía lo que sienten todas las mujeres en ese momento. En su corazón decía seguramente al niño que llevaba en su seno: Ven, quiero mirarte a la cara porque me han dicho que serás grande. Es una experiencia espiritual que vivimos también nosotros como Iglesia, porque acompañamos a la Virgen en este camino de espera. Y queremos apresurar este nacimiento del Señor. ¡Ven!