Usted está aquí

Fue llamando a los que él quiso y los hizo sus compañeros

En aquel tiempo, Jesús, mientras subía a la montaña, fue llamando a los que él quiso, y se fueron con él. 
A doce los hizo sus compañeros, para enviarlos a predicar, con poder para expulsar demonios. Así constituyó el grupo de los Doce: 
Simón, a quien dio el sobrenombre de Pedro, Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan, a quienes dio el sobrenombre de Boanerges -Los Truenos-, Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Tadeo, Simón el Celotes y Judas Iscariote, que lo entregó.

Comentario del Papa Francisco

(Les dio poder para expulsar demonios) Ir a confesarse no es ir a la tintorería para que te quiten la mancha. ¡No! Es ir a encontrarse con el Padre, que reconcilia, que perdona y que hace fiesta. ¡Dios perdona siempre! No se cansa de perdonar. Somos nosotros los que nos cansamos de pedir perdón. Pero Él no se cansa de perdonar. No hay pecado que Él no perdone. Él perdona todo. -Pero, Padre, yo no voy a confesarme porque he hecho tantas cosas feas, que no tendré perdón… -No. No es verdad. Perdona todo. Si tú vas arrepentido, perdona todo. Tú comienzas a pedir perdón y Él te hace sentir la alegría del perdón antes de que hayas terminado de decir todo.