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Enseñaba con autoridad

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos entraron en Cafarnaún, y cuando el sábado siguiente fue a la sinagoga a enseñar, se quedaron asombrados de su doctrina, porque no enseñaba como los escribas, sino con autoridad. 
Estaba precisamente en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo, y se puso a gritar: 
- ¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios. 
Jesús lo increpó: 
- Cállate y sal de él. 
El espíritu inmundo lo retorció y, dando un grito muy fuerte, salió. Todos se preguntaron estupefactos:
- ¿Qué es esto? Este enseñar con autoridad es nuevo. Hasta a los espíritus inmundos les manda y le obedecen. 
Su fama se extendió en seguida por todas partes, alcanzando la comarca entera de Galilea.

Comentario del Papa Francisco

Al llegar a Cafarnaún, Jesús no posterga el anuncio del Evngelio. Su preocupación principal es comunicar la Palabra de Dios con la fuerza del Espíritu Santo. Y la gente en la sinagoga queda admirada, porque Jesús “les enseñaba con autoridad y no como los escribas”… El Evangelio es palabra de vida: no oprime a las personas, al contrario, libera a quienes son esclavos de muchos espíritus malignos de este mundo: el espíritu de la vanidad, el apego del dinero, el orgullo, la sensualidad… ¡No os olvidéis! Leed un pasaje del Evangelio cada día. Es la fuerza que nos cambia, que nos transforma: cambia la vida, cambia el corazón.