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El que mira a una mujer casada deseándola, ya ha sido adúltero

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: 
- Habéis oído el mandamiento «no cometerás adulterio». Pues yo os digo: el que mira a una mujer casada deseándola, ya ha sido adúltero con ella en su interior. 
Si tu ojo derecho te hace caer, sácatelo y tíralo. Más te vale perder un miembro que ser echado entero en el infierno. 
Si tu mano derecha te hace caer, córtatela y tírala, porque más te vale perder un miembro que ir a parar entero al infierno. 
Está mandado: «El que se divorcie de su mujer, que le dé acta de repudio». 
Pues yo os digo: «El que se divorcie de su mujer, excepto en caso de impureza, la induce al adulterio, y el que se case con la divorciada comete adulterio».

Comentario del Papa Francisco

“Prometo serte fiel en la prosperidad y en la adversidad…” Los novios (al decirlo) no saben lo que sucederá, no saben la prosperidad o adversidad que les espera. Se ponen en marcha, como Abrahán; se ponen en camino juntos, mano con mano, confiando en la gran mano del Señor. ¡Siempre y para toda la vida! Y sin dejarse llevar por esa cultura de la provisionalidad, que nos hace trizas la vida. Con esta confianza en la fidelidad de Dios se afronta todo. Sin huir, sin aislarse, sin renunciar a la misión de formar una familia y traer al mundo hijos.