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El prodigio de la Santa Leche de la Virgen María- Museo de la catedral de Murcia

El prodigio de la Santa Leche de la Virgen María

La preciosa reliquia de las gotas de la leche se conserva en una redoma de cristal, adornada por una espléndida estrella de oro y protegida en una custodia de plata y diamantes. Se cree que proceden de la Gruta de la Leche, en Jerusalén, donde la tradición señala que la Virgen amamantó a su Hijo. Allí es frecuente ver a peregrinos que extraen porciones de cal de la roca blanca de sus paredes, invocando a la Santísima Virgen remedio contra la esterilidad o un embarazo sano.

Según la tradición, cada 15 de agosto, festividad de la Asunción, las gotas secas se licuaban.

El documento que acompaña toda reliquia, llamado “auténtica”, certifica que le Santa Leche procede del «convento de San Luis, de la Orden de San Francisco de Paula, de la ciudad de Nápoles». El mismo certificado añade que, por orden expresa del Papa Paulo V se entregó a Juan Alfonso Pimentel, Virrey de Nápoles (de 1603 a 1611). Más tarde la reliquia pasaría a manos de Mariana Engracia de Toledo y Portugal, quien decidió donarla a su muerte a la Santa Iglesia Catedral de Murcia para su custodia en la capilla de la familia.

La recepción de la reliquia se hizo con gran devoción y alborozo el 8 de septiembre de 1715: recorrió en procesión las calles de la ciudad, “con asistencia de todas las autoridades, clero parroquial, órdenes religiosas, cofradías y gremios, así como el consabido adorno de la carrera a base de colgaduras y altares, el habitual repique de campanas y las luminarias y fuegos artificiales».

Hasta hace no muchos años se celebraba una misa para conmemorar el milagro. Ahora la reliquia puede admirarse en el Museo de la Catedral.