Lectura 1
«No te reprocho tus sacrificios,
pues siempre están tus holocaustos ante mí.
Pero no aceptaré un becerro de tu casa,
ni un cabrito de tus rebaños».
«¿Por qué recitas mis preceptos
y tienes siempre en la boca mi alianza,
tú que detestas mi enseñanza
y te echas a la espalda mis mandatos?».
«Esto haces, ¿y me voy a callar?
¿Crees que soy como tú?
Te acusaré,te lo echaré en cara.
El que me ofrece acción de gracias,
ése me honra;
al que sigue buen camino
le haré ver la salvación de Dios».
Evangelio
El novio está con ellos
Lectura del santo Evangelio según San Marcos 2,18-22
En aquel tiempo, los discípulos de Juan y los fariseos estaban de ayuno. Vinieron unos y le preguntaron a Jesús:
- Los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos ayunan. ¿Por qué los tuyos no?
Jesús les contestó:
- ¿Es que pueden ayunar los amigos del novio, mientras el novio está con ellos? Mientras tienen al novio con ellos, no pueden ayunar.
Llegará un día en que se lleven al novio; aquel día sí que ayunarán.
Nadie le echa un remiendo de paño sin remojar a un manto pasado; porque la pieza tira del manto, lo nuevo de lo viejo, y deja un roto peor.
Nadie echa vino nuevo en odres viejos; porque revienta los odres, y se pierden el vino y los odres; a vino nuevo, odres nuevos.
Comentarios del Papa Francisco
Ser dóciles a la Palabra de Dios. Es novedad. El Evangelio es novedad. La revelación es novedad. Nuestro Dios es un Dios que siempre hace nuevas las cosas. Y nos pide esta docilidad a su novedad. En el pasaje evangélico, Jesús es claro en esto, es muy claro: “vino nuevo en odres nuevos”. Así, Dios debe ser recibido con esta apertura a la novedad. Y esta actitud se llama docilidad. ¿Soy dócil a la Palabra de Dios o hago siempre lo que yo creo que es la Palabra de Dios? ¿O hago pasar la Palabra de Dios por un alambique y al final es otra cosa de aquello que Dios quiere hacer? Hemos de adaptarnos siempre, adecuarnos a esta novedad de la Palabra de Dios, estar abiertos a la novedad.