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El novio está con ellos

En aquel tiempo, los discípulos de Juan y los fariseos estaban de ayuno. Vinieron unos y le preguntaron a Jesús: 
- Los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos ayunan. ¿Por qué los tuyos no? 
Jesús les contestó: 
- ¿Es que pueden ayunar los amigos del novio, mientras el novio está con ellos? Mientras tienen al novio con ellos, no pueden ayunar. 
Llegará un día en que se lleven al novio; aquel día sí que ayunarán. 
Nadie le echa un remiendo de paño sin remojar a un manto pasado; porque la pieza tira del manto, lo nuevo de lo viejo, y deja un roto peor. 
Nadie echa vino nuevo en odres viejos; porque revienta los odres, y se pierden el vino y los odres; a vino nuevo, odres nuevos.

Comentario de Papa Francisco

La palabra de Dios es sorpresa, porque nuestro Dios es el Dios de las sorpresas: viene y hace siempre nuevas las cosas. Es novedad. El Evangelio es novedad. Y nos pide esta docilidad a su novedad. Precisamente en el pasaje evangélico Jesús es claro en esto, es muy claro: vino nuevo en odres nuevos. Dios debe ser recibido con esta apertura a la novedad. Y esta actitud se llama docilidad. ¿Soy yo dócil a la Palabra de Dios o hago siempre lo que yo creo que es la palabra de Dios? ¿O hago pasar la Palabra de Dios por un alambique y al final es otra cosa de aquello que Dios quiere hacer? Si yo hago esto, termino como un remiendo de paño sin remojar en un vestido viejo. Y la rotura llega a ser peor: si hago esto me convierto en algo peor.