En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
- El que acepta mis mandamientos y los guarda ése me ama; al que me ama lo amará mi Padre, y yo también lo amaré y me revelaré a él.
Le dijo Judas, no el Iscariote:
- Señor, ¿qué ha sucedido para que te reveles a nosotros y no al mundo?
Respondió Jesús y le dijo:
- El que me ama guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él.
El que no me ama no guardará mis palabras. Y la palabra que estáis oyendo no es mía, sino del Padre que me envió.
Os he hablado de esto ahora que estoy a vuestro lado, pero el Defensor, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho.
Comentario del Papa Francisco
Nos hará bien a todos volver a escuchar la promesa que Jesús hizo a sus discípulos: “No os dejaré huérfanos” (Jn 14, 18). Es Él, en efecto, el camino que recorrer, el Maestro que escuchar, la Esperanza de que el mundo puede cambiar, de que el amor vence al odio, que puede existir un futuro de fraternidad y de paz para todos.