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Coronación de la Virgen de Begoña

Coronación de la Virgen de Begoña

En la plaza de la Basílica se ha hecho un gran silencio. La grave y pausada voz del prelado, apenas interrumpida por el discreto relinchar de los caballos de la guardia civil, se escucha con claridad.

En primer término, de espaldas a nosotros, están situadas las autoridades, civiles y militares. A los lados, rodeando el gran estrado, distinguimos a numerosas personalidades: académicos, eclesiásticos, escritores, y al propio pintor, en el ángulo inferior izquierdo. Rinden honores dos compañías del ejército, formadas a izquierda y derecha. Al fondo, se alzan los pendones y estandartes de diversas cofradías. Ni siquiera faltan en esta escena gloriosa, unos nuevos Zaqueos encaramados en las ramas de ese robusto árbol.

¡Todos reunidos para proclamarla Reina de sus corazones y de la sociedad en la que viven!

Vida

 JOSÉ ECHENAGUSÍA ERRAZQUIN, apodado Echena, nació en Fuenterrabía, en 1844 y falleció en Roma en 1912. Junto con Eduardo Zamacois y Zabala fue el primer artista vasco de proyección internacional. En 1872 viajó a Francia, le interesaban artistas de éxito como Meissonier y Mariano Fortuny. Hacia 1876 se instaló en Roma y entró en el círculo de artistas españoles de la ciudad, que incluía al andaluz José Villegas Cordero. Despuntó como pintor de pequeños formatos con escenas historicistas de soldados y ambientes cortesanos. Sus dos grandes obras se encuentran en el Palacio de la Diputación Foral de Vizcaya, en Bilbao: El Juramento de los Fueros y La pacificación.