La conferencia constituyó un intento de explicar la rápida extensión de la creencia en la evangelizaciónde la Peninsula Ibérica por Santiago Apóstol y su enterramiento, después de su martirio en Palestina por el rey Herodes, en el bosque de Libredon, próximo a la parroquia de San Fix de Solivio, que pertenecía al obispado de Iría Flavia.