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Cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: 
- Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria, y serán reunidas ante él todas las naciones. 
Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras. 
Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda. 
Entonces dirá el rey a los de su derecha: 
- Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. 
Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme. 
Entonces los justos le contestarán: 
- Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte? 
Y el rey les dirá: 
- Os aseguro que cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis. 
Y entonces dirá a los de su izquierda: 
- Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis. 
Entonces también éstos contestarán: 
- Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos? 
Y él replicará: 
- Os aseguro que cada vez que no lo hicisteis con uno de éstos, los humildes, tampoco lo hicisteis conmigo. 
Y éstos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.

Comentario del Papa Francisco

Estamos llamados a convertirnos en portadores de Cristo y testigos de su amor, mirando en primer lugar a los que son privilegiados a los ojos de Jesús. Son quienes Él mismo nos indicó: “Tuve hambre y me disteis de comer…” No se puede entender que un verdadero cristiano no sea misericordioso.