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Baile en el Ayuntamiento de Viena

Baile en el Ayuntamiento de Viena. Wihelm Gause, 1904. Museo de Viena

Se celebra un solemne baile en el salón de ceremonias del Ayuntamiento de Viena. Invitados por el alcalde acuden numerosos miembros de la burguesía y aristocracia de la ciudad. Las elegantes damas de la sociedad vienesa, formando un paleta multicolor con sus vestidos de seda rematados con finos volantes de tul y sus discretos tocados, amenizan la severidad de militares, diplomáticos, funcionarios municipales, escritores, aristócratas, hombres de ciencia, magistrados o eclesiásticos.

Por un momento, las conversaciones se han suspendido: acaba de llegar el personaje principal de la noche, el archiduque Leopoldo de Habsburgo-Toscana, al que vemos en el centro de las miradas, vistiendo de azul y con numerosas condecoraciones en el pecho. Justo detrás, el anfitrión, luciendo su imponente collar de regidor.

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Saludos, fórmulas de cortesía, modos de ser que de algún modo perviven pero que se van depauperando a lo largo de los tiempos, víctimas de una equiparación gris y vulgar.

La cortesía es una virtud inherente a una sociedad auténticamente fraternal y exige la práctica de tres virtudes: la humildad (que es la verdad), y nos hace ver lo que somos, ni más ni menos; la justicia, (dar a cada uno lo suyo) que nos hace tratar a cada uno de forma diferente, y la caridad, que nos hace “ignorar” ciertos defectos del otro y tratarlo como si no los tuviera.

Así pues, la cortesía auténtica está basada en el sacrificio. Y consiste en el gusto por dar gusto a los otros. Humildad, justicia, caridad: virtudes que sólo pueden florecer en la tierra fértil de una sociedad fraternal, por ser armónicamente desigual.

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WILHELM GAUSE nació en Krefeld (Alemania), en 1853 y murió en 1916 en Stein (Austria). Fue un pintor de retratos y de género, e ilustrador de la Escuela de Dusseldorf. Estudió pintura en Düsseldorf y fue miembro de la asociación de artistas Malkasten, pero en 1879 se mudó a Viena, destacando como dibujante de gouaches e ilustrador de periódicos. Su especialidad eran las representaciones de la vida cotidiana en Viena y eventos sociales como bailes y fiestas. Expuso en numerosas muestras austriacas e internacionales. Sus tres hijas Mini, Grete e Isolde también se dedicaron a la pintura.