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“Año Jubilar de la Santa Faz” La Santa Faz de Cristo en Alicante

La Santa Faz de Cristo en Alicante

Este lienzo de la Santa Faz llegó a Alicante de la mano del sacerdote Pedro Mena, a finales del siglo XV. La trayectoria de la reliquia, entre la Vía dolorosa y Alicante, se pierde en las brumas de la Historia.

Se cuenta, y así lo relata el Padre Joseph Sorribach, Cronista de la Orden Franciscana, que a causa de las persecuciones que los cristianos padecían en Jerusalén, la Santa Reliquia pasó a manos del Rey de Chipre. En el año 640 fue llevada a Santa Sofía, en Constantinopla. Cuando en 1453 la ciudad es conquistada por los turcos, los hijos del Emperador Constantino XI huyen salvando algunas reliquias, que ofrecen al Papa Nicolás V, en agradecimiento por acogerles en su palacio. Entre ellas la Santa Faz de Alicante.

Como en Roma ya se veneraba otro lienzo de la Santa Faz, el Papa lo guardó en su oratorio privado. Sixto IV en 1483 la envió a Venecia con motivo de una mortal epidemia.

Pasado el peligro los venecianos tardaban en devolverla, por lo que el Pontífice determinó enviar a un Cardenal Legado para recogerla. Este cardenal se encontraba en Alicante esperando embarcar rumbo a Génova. Un joven sacerdote alicantino, llamado Mosén Pedro Mena, entró al servicio del ilustre purpurado,  acompañándole en su misión italiana. Recuperada la valiosa Reliquia, el cardenal regresó a Roma, y enterado

de la muerte de Sixto IV (1484), retuvo en su capilla privada la Santa Faz. Tiempo después a Mosén Pedro Mena se le otorgó el curato de San Juan de Alicante. Fue entonces cuando el cardenal, presintiendo cercana su muerte, y en agradecimiento a los servicios prestados, le dio en recuerdo la Santísima Faz, mandándole que la venerase como cosa de gran valía. Así fue como llegó a este lugar alicantino el celestial tesoro.

Mosen Pedro Mena, que no hizo de aquella efigie el aprecio que debía, teniéndola por una simple pintura, la depositó en el fondo de un arca, pero transcurrido algún tiempo encontró la Santa Reliquia desplegada sobre la ropa que la cubría. Repetida esta novedad por tres veces, el ánimo del cura se sintió sobrecogido y recordando las palabras del cardenal dio entonces la debida veneración a la Faz Divina cuyo lienzo colocó sobre una tabla, exponiéndola a la veneración pública en uno de los altares de la iglesia de San Juan.

El milagro de la lágrima

Unos años después, en 1489, (y a partir de aquí todo está muy bien documentado) una larga y espantosa sequía agostaba los campos del municipio. En tan aflictivo trance, el cura Mena creyó oportuno se sacase en procesión la reliquia que había traído de Roma, fijándose para el 17 de marzo. La procesión se dirigió hacia el Santuario de Nuestra Señora de los Ángeles. Portaba la Santa Faz el Padre franciscano Villafranca, que junto con otro religioso estaba accidentalmente en San Juan predicando la Cuaresma. Apenas habían recorrido un cuarto de legua, al llegar al barranco llamado Lloixa, el padre Villafranca sintió un grave peso en sus brazos y perdió agilidad en los pies. La procesión se detuvo. Acudieron en su auxilio arremolinándose a su alrededor. Entonces, con gran asombro los circundantes vieron cómo de la faz divina brotaba una lágrima recorriendo su mejilla derecha.

La visión de las tres faces

Impresionados con todos estos portentos, se determinó que la procesión regresase a la iglesia de San Juan para disponerla en la semana siguiente con mayor pompa. Así pues, el día 25 de marzo se ordenó de nuevo la procesión de la Santa Reliquia dirigiéndose hacia el Santuario de los Ángeles. Tanta era la gente, que tuvo que celebrarse el acto en la explanada que se extendía al frente. Fray Benito de Valencia predicó un sermón desde un improvisado púlpito que se situó a la sombra de un antiguo y frondoso pino.

Acabado el sermón, apareció un negro nubarrón amenazando descargar formidable tormenta. En aquel momento, el cielo se abrió e iluminándose de una luz celestial, aparecieron las dos Faces que veneran los romanos y los andaluces, formando un solo grupo con la Santa Faz, que en éxtasis, elevado 2 metros sobre el suelo, portaba en sus manos el celoso predicador. ¡Misericordia, Señor, misericordia!, exclamaban asustados los asistentes. En unos instantes la celeste visión desapareció, el fraile terminó por dar su bendición y la radiante nube se disolvió en forma de cruz, dando paso a una benignísima lluvia que fecundó los campos.

Bulas papales y privilegios

La devoción a la Santa Faz se difundió con tan gran rapidez que sólo un año después, 1490, se construyó el primer templo y el Papa Inocencio VIII concedió Bula de indulgencias. Las Bulas pontificias se sucedieron a lo largo de los siglos. En enero de 2013 Benedicto XVI concedió el “Año Jubilar de la Santa Faz”, cuando el 17 de marzo cayese en domingo.

El Santuario

Sobre la primitiva iglesia que se acabó de construir en 1490 en el lugar del milagro de la lágrima, se edificó en 1748 el actual y suntuoso templo barroco. En su interior, a la derecha, en una hornacina se conserva un trozo del pino santo, testigo de la aparición de las Santas Faces. Detrás del retablo mayor, cuyo tabernáculo de alabastro tiene comunicación con el camarín, que al girar deja visible la reliquia a la iglesia, en preciosa y adornada capilla hexagonal ya terminada en 1679, recibe culto solemnísimo la milagrosa Santa Faz. Las religiosas clarisas custodian el Monasterio de la Verónica desde 1518.

El afortunado y virtuoso sacerdote Pedro Mena está sepultado en una capilla lateral de su Iglesia de San Juan Bautista, en la cercana población de San Juan de Alicante.

La oculta tela de gasa

El actual relicario de plata sobredorada es de 1829. En el anverso del mismo se ve un lienzo pintado con la imagen bizantina de la Santa Faz, y en el reverso otro lienzo pintado muestra a la Virgen Dolorosa. Entre ambos lienzos, oculta a la vista, está la Santa Faz, tela de gasa de lino de 63x51cm.

Datos útiles:

17 de marzo: Solemnidad de la Santa Faz.

– 2º Jueves después de Pascua: Romería (denominada

“Peregrina”) desde la Concatedral de San

Nicolás al Santuario de la Santa Faz.

– Monasterio de Religiosas Clarisas Santa Faz

Calle Mayor, 2, 03559 Santa Faz, Alicante

Abierto: 9.00-13.00h y 17:00-20:00h

Domingos, por la tarde, cerrado.

Para saber más:

1) “Crónica de la muy ilustre y siempre fiel ciudad de

Alicante” Rafael Viravens y Pastor. Alicante, 1876.

2) http://concatedralalicante.com/la-santa-fazde-

nuestro-senor-jesucristo-en-alicante.html