En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Él les dijo:
- Venid vosotros solos a un sitio tranquilo a descansar un poco.
Porque eran tantos los que iban y venían que no encontraban tiempo ni para comer.
Se fueron en barca a un sitio tranquilo y apartado.
Muchos los vieron marcharse y los reconocieron; entonces de todas las aldeas fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron. Al desembarcar, Jesús vio una multitud y le dio lástima de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor; y se puso a enseñarles con calma.
Comentario del Papa Francisco
“Jesús vio una multitud y se compadecío de lla, porque andaban como ovejas sin pastor; y se puso a enseñarles con calma”: ver, tener compasión, enseñar. Los podemos llamar los verbos del Pastor. Ver y tener compasión, están siempre asociados con la actitud de Jesús: su mirada, en efecto, no es la mirada de un sociólogo o de un reportero gráfico, porque Él mira siempre con “los ojos del corazón”. Ver y tener compasión, configuran a Jesús como buen Pastor. Incluso su compasión, no es solamente un sentimiento humano, sino que es la conmoción del Mesías en quien se hizo carne la ternuara de Dios.Y de esta compasión nace el deseo de Jesús de alimentar a la multitud con el pan de su palabra.