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Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo

Jesucristo es el mismo ayer y hoy y siempre. Evangelio del día

Lectura 1
Un hijo se nos ha dado 
Lectura del libro del profeta Isaías 9,1-3. 5-6 

El pueblo que caminaba en tinieblas 
vio una luz grande; 
habitaban tierra de sombras, 
y una luz les brilló. 
Acreciste la alegría, 
aumentaste el gozo: 
se gozan en tu presencia, 
como gozan al segar, 
como se alegran 
al repartirse el botín. 
Porque la vara del opresor, 
y el yugo de su carga, 
el bastón de su hombro, 
los quebrantaste como el día de Madián. 
Porque un niño nos ha nacido, 
un hijo se nos ha dado: 
lleva a hombros el principado, 
y es su nombre: 
«Maravilla de Consejero, 
Dios guerrero, 
Padre perpetuo, 
Príncipe de la paz». 
Para dilatar el principado 
con una paz sin límites, 
sobre el trono de David 
y sobre su reino. 
Para sostenerlo y consolidarlo 
con la justicia y el derecho, 
desde ahora y por siempre. 
El celo del Señor de los ejércitos lo realizará.

Salmo
Sal 112, 1-2. 3-4. 5-6. 7-8 
R. Bendito sea el nombre del Señor, ahora y por siempre. 

Alabad, siervos del Señor, 
alabad el nombre del Señor. 
Bendito sea el nombre del Señor, 
ahora y por siempre. 

De la salida del sol hasta su ocaso, 
alabado sea el nombre del Señor. 
El Señor se eleva sobre todos los pueblos, 
su gloria sobre los cielos. 

¿Quién como el Señor, Dios nuestro, 
que se eleva en su trono 
y se abaja para mirar 
al cielo y a la tierra? 

Levanta del polvo al desvalido, 
alza de la basura al pobre, 
para sentarlo con los príncipes, 
los príncipes de su pueblo.

Evangelio
Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo 
Lectura del santo Evangelio según San Lucas 1,26-38 

En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María. 
El ángel, entrando en su presencia, dijo: 
- Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo. 
Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél. 
El ángel le dijo: 
- No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. 
Y María dijo al ángel: 
- ¿Cómo será eso, pues no conozco a varón? 
El ángel le contestó: 
- El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. 
Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible. 
María contestó: 
- Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra. 

Comentarios Papa Francisco
María está en el centro  de la comunicación de los santos, como protectora especial del vínculo de la iglesia universal con Cristo, del vínculo de la familia. Es la guía segura de quien quiera seguir a Jesús por el camino del Evangelio, porque es la primera discípula. Ella es la Madre solícita y atenta, a quien confiar todos los deseos y dificultades. Invoquemos juntos a la Reina de Todos los Santos.