En un comunicado publicado el 20 de julio, los obispos invitaron “al pueblo de Dios a participar y a unirse en oración en un momento crucial de la historia de Puerto Rico”, ante “la situación de inestabilidad social y gubernamental que vive el país”.
“En esta jornada de oración tendremos la oportunidad de presentar al Dios de la vida a nuestros líderes y al pueblo puertorriqueño que vive un difícil momento ante complicadas situaciones sociales, políticas y económicas”, indicaron los obispos.
La jornada comenzará el viernes 26 de julio a las 5:00 p.m. con una Misa. Luego habrá adoración al Santísimo Sacramento durante toda la noche y el día para concluir el sábado 27 con una Misa también a las 5:00 p.m. Se realizará en el Santuario Nacional de María, Madre de la Divina Providencia de Cupey, Río Piedras.
La crisis en Puerto Rico
El 18 de julio los obispos puertorriqueños difundieron un comunicado en el que señalaron que el Gobernador Ricardo “Ricky” Rosselló ya no puede seguir ejerciendo el cargo.
“Señor Gobernador, usted ha abusado al corromper y atacar a personas y grupos de nuestro vivir democrático desde su aspecto sagrado de ejecución en el poder de la Rama Ejecutiva que ya no puede seguir ejerciendo”, dijeron los prelados.
Los obispos hicieron su pronunciamiento ante la ola de protestas que pide la renuncia de Rosselló luego que el Centro de Periodismo Investigativo (CPI) de Puerto Rico diera a conocer 889 páginas del chat privado del Gobernador con sus colaboradores cercanos del gobierno.
Según diversos medios, el chat de la aplicación Telegram tiene diversos mensajes contra los homosexuales, las mujeres y los adversarios políticos, entre otros.
Ante el escándalo, el Gobernador pidió disculpas públicamente y dijo que el contenido del chat era impropio pero no un delito. Dos altos funcionarios que también participaban en las comunicaciones comprendidas entre noviembre de 2018 y enero de 2019 renunciaron.
Carla Minet, directora ejecutiva del CPI, dijo a BBC Mundo que “el chat revela una dimensión hasta ahora desconocida sobre la forma como se manejaban los asuntos públicos y las decisiones de política pública a través de los teléfonos celulares”.
"Esas conversaciones tenían lugar entre el gobernador y sus secretarios de gabinete; y en ellas participaban también personas allegadas a Rosselló que no tienen ningún puesto público, empresarios que tienen intereses económicos y que buscaban contratos con el gobierno”, agregó.
