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Kovacic, la estrella de la selección de Croacia, dedicó su medalla de plata del Mundial de Rusia 2018 a San Antonio de Padua

La estrella de la selección de Croacia, dedica su medalla del Mundial de Rusia 2018 a San Antonio de Padua

Kovacic, centrocampista de 24 años, estrella de la selección de Croacia y que también integra el Real Madrid de España, recibió la medalla de plata del Mundial de Rusia 2018 luciendo en la espalda una banderola con la imagen de San Antonio de Padua y la iglesia que lleva su nombre en Sesvete, el pueblo donde creció. En esta misma iglesia fue monaguillo y conoció a su esposa Isabel.

Tras la ceremonia de premiación, Kovacic se tomó una fotografía luciendo la banderola en el vestuario del estadio Luzhniki de Moscú y la publicó en Twitter con este texto:

Kovacic es uno de los futbolistas que más manifiesta su fe católica en redes sociales. Tras ganar el partido de semifinal contra Inglaterra, el deportista publicó en Instagram una fotografía de la bandera croata con un Cristo y una pequeña imagen de la Virgen con el texto “Gracias, Dios mío” en croata.

Además, el año pasado con ocasión de la Semana Santa publicó la imagen de una cruz y una corona de espinas con el mensaje “y Él mismo cargó con nuestros pecados en su cuerpo en la cruz. Que todos tengan una bendita Pascua”.

“Rezo antes de todos los partidos. Me da la fuerza y la inspiración para jugar, y el poder saber que todo va a estar bien. Como cualquier persona normal, tengo mis heridas y debilidades, y la oración y la fe me ayudan a superarlo”, afirmó en una entrevista.

La vida de Mateo no ha sido fácil. Nació el 6 de mayo de 1994 en Linz (Austria), país a donde llegaron sus padres en 1991 huyendo de la guerra de los balcanes que desmembró a la entonces Yugoslavia. La familia de Kovacic procedía de Kotor Varos, una ciudad de mayoría ortodoxa.

En Austria fue educado en la fe católica, hasta que en 2007 la familia decidió regresar a Croacia, instalándose en Sesvete junto a otros muchos católicos.

La iglesia de San Antonio de Padua empezó a levantarse en 1991. Al principio eran 900 familias y que ahora más de 2.300; de las cuales han nacido varias vocaciones sacerdotales.