«La práctica de la eutanasia, que ya es legal en varios Estados, solo alienta la libertad personal de forma aparente; en realidad, se basa en una visión utilitarista de la persona, que se convierte en algo inútil o en un coste, si desde el punto de vista médico no tiene esperanza de mejora o ya no puede evitar el dolor», ha señalado el Pontífice en una audiencia con miembros de la Asociación Italiana de Oncología Médica (AIOM).
El Papa ha invitado a los presentes a poner en práctica el «compromiso de acompañar a los enfermos y sus seres queridos en todas las etapas de la enfermedad» y ha puesto en valor la utilidad de las curas paliativas en el tratamiento del cáncer. Así, les ha pedido que no se desanimen al toparse «con la incomprensión o ante la insistente propuesta de caminos más radicales y precipitados». «Si uno elige la muerte, los problemas se resuelven en cierto sentido, pero cuanta amargura hay detrás de este razonamiento, y qué rechazo total de la esperanza y de ruptura de toda conexión implica esta opción», ha lamentado.
Asimismo, Francisco ha considerado primordial la prevención y los diagnósticos precoces en la batalla contra las enfermedades oncológicas. También ha apuntado que la mejor prevención es la de «un ambiente saludable y un estilo de vida que respete el cuerpo humano y su funcionamiento». En este sentido, ha valorado que esto «no solo depende de las elecciones individuales, sino también del lugar donde no vive». «En los grandes centros metropolitanos, se somete el cuerpo a un estrés continuo por el ritmo vital y la exposición a la contaminación», ha dicho.
Por ello, ha instado a cuidar el medio ambiente como una herramienta «para luchar contra los tumores» que se convierten en dos caras de «un mismo problema».
