
Entre los milagros que realizó San Antonio de Padua cuando vivía, más de uno tiene que ver con los niños. Por esto se ha difundido la tradición de poner a los niños, desde su nacimiento, bajo la protección del San Antonio.
El Milagro de Tomasito
Tomasito es un bebé de 20 meses: la madre lo deja en casa solo jugando y lo encuentra poco después, sin vida, ahogado en un barreño de agua.
Desesperada invoca la ayuda del Santo y en su oración hace un voto: si obtiene la gracia de la vida dará a los pobres tanto pan cuanto pesa el bebé. El hijo recobra milagrosamente la vida y nace así la tradición del «pondus pueri», una oración con la cual los padres, a cambio de protección para los propios hijos, prometían a san Antonio tanto pan cuanto era el peso de los hijos.
Tal vez no todos saben que en este milagro tiene su origen la Obra del Pan de los Pobres.