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Trump defiende la Navidad y a Colón en la Heritage Foundation

the heritage foundation

El presidente republicano se encuentra en la Heritage Foundation como en su casa. Porque se trata del principal think tank conservador de EEUU, un laboratorio de ideas a favor de la libertad, por la que han pasado líderes como Margaret Thatcher, Ronald Reagan o George W. Bush.

Fundada en 1973, el think tank ha marcado la vida política de la derecha norteamericana durante las últimas décadas. En 1981, por ejemplo, publicó el manifiesto que sirvió a Reagan de hilo conductor de sus medidas estrellas.  La Heritage elabora cada año el Índice de libertad económica, que publica el Wall Street Journal y en el que establece un ranking de medición de la libertad económica de todos los países del mundo.

Y diversos medios consideran a la Heritage, como la inspiradora de algunas de las políticas de Trump, sobre todo en lo que a bajada de impuestos se refiere.

The Wall Street Journal señala que su presidente, Jim DeMint ha logrado que Heritage se convierta “en el gobierno en la sombra de Trump”.

Así, no es extraño el tono del discurso del mandatario. “Elevaremos a nuestro pueblo de la asistencia social al trabajo, de la dependencia a la independencia, y de la pobreza a la hermosa y total prosperidad”.

Aplaudido por los cerca de 1.000 asistentes, y a sabiendas de que se encontraba en ‘territorio amigo’, Trump dio rienda suelta a su particular oratoria y defendió su rebaja fiscal, como remedio para dar un impulso al tejido empresarial de EEUU.

La bajada de impuestos que los republicanos esperan aprobar conllevaría la reducción de costes en los seguros médicos infantiles, los primeros 12.000$ para solteros estarían libres de impuestos y 24.000$ para matrimonios; la eliminación de las sanciones para las empresas que devuelven las ganancias a los Estados Unidos; y del pago por defunción simplificaría el procedimiento burocrático y reduciría la tasa impositiva a las empresas del 35 al 20 por ciento.

Para las familias con hijos, el plan propone incrementar el crédito fiscal para niños. Y crea un nuevo crédito fiscal para familias con dependientes adicionales, por ejemplo, los padres.

“Nuestro plan de impuestos conseguirá que las empresas se queden en América, crezcan en América y contraten en América”, afirmó Trump.

“Demos a nuestro país el mejor regalo de Navidad: reducción masiva de impuestos”. Con la frase, el presidente mataba dos pájaros de un tiro. Porque subrayaba además el deseo de recuperar la dimensión religiosa de la Navidad, un tanto arrinconada bajo la Administración Obama.

Bajo la administración Obama, felicitar la Navidad se había convertido en felicitar las fiestas, desacralizando las mismas.

Donald Trump no perdió la oportunidad de contraatacar. “Y hablando de la Navidad, os daré un regalo de Navidad más grande. Vais a estar diciendo ‘Feliz Navidad’ de nuevo”.

De paso, ensalzó las raíces históricas de la nación norteamericana, el orgullo patrio que durante el ‘obamismo’ anduvo un tanto descafeinado. Dijo que los estadounidenses “deben mantenerse firmes” en su tradición como una “nación de leyes”. “Somos un país de oportunidades porque somos un país de leyes”. 

Y recordó los símbolos históricos de EEUU, incluyendo a Cristóbal Colon, que tiene su día el 9 de octubre con el ‘Columbus Day’ y posee decenas de estatuas por todo el país.

La alusión de Trump viene a cuento porque el Descubridor, ha sido atacado en las últimas semanas por grupos de izquierda o indigenistasd que han tildado al personaje de “genocida” y “racista”.


Estatua de Colón en Houston atacada.

Ante estos ataques, Trump dijo que “tienen que pararse, es nuestra herencia”. “¿Qué será lo siguiente?”, se preguntó.

En los 44 años de vida de The Heritage Foundation, Donald Trump es el cuarto presidente en acudir a uno de sus encuentros después de Ronald Reagan, George Bush padre y George Bush hijo.