Usted está aquí

La Virgen de La Vang, reina de los mártires de Vietnam: una advocación para épocas de persecución

La Virgen de La Vang, reina de los mártires de Vietnam: una advocación para épocas de persecución

En cualquier lugar del mundo donde se celebre misa en vietnamita o para emigrantes vietnamitas, se encontrará una imagen de esta Virgen con el Niño.

Se la recuerda también cada 24 de noviembre, cuando la Iglesia celebra la fiesta de los mártires de Vietnam… que incluyen a 11 misioneros españoles, seis de ellos obispos. Es una Virgen ligada al fenómeno de los cristianos perseguidos y por lo tanto de una innegable actualidad.

Los Mártires de Vietnam fueron canonizados en 1988 por Juan Pablo II, y habían sido antes beatificados en 4 etapas: por León XIII, Pío X y Pío XII. No pudo acudir a la canonización ningún obispo vietnamita, país aún hoy bajo una férrea dictadura comunista que mantiene controlada y atada la religión de sus habitantes.

Entre 1625 y 1886, los distintos gobernantes de Vietnam promulgaron 53 edictos de persecución de cristianos. Se calcula que en esas persecuciones fueron ejecutados más de 100.000 católicos.

Los 117 mártires canonizados incluyen:

-11 españoles: todos Dominicos: 6 Obispos, 5 Sacerdotes;
– 10 franceses: todos de las Misiones Extranjeras de París: 2 Obispos, 8 Sacerdotes;
– 96 vietnamitas: 37 Sacerdotes (11 de ellos dominicos) y otros 59 fieles (entre ellos: 1 seminarista, 16 catequistas, 10 terciarios dominicos y 1 mujer).

Las formas de ejecución están bien documentadas:

-75 condenados a la decapitación, 
-22 condenados a ser estrangulados,
-6 condenados al fuego, quemados vivos,
-5 condenados al desgarro de los miembros del cuerpo,
-9 muertos en la cárcel debido a las torturas.

La oleada más grave fue la que empezó en 1798. Fue precisamente ese año cuando numerosos católicos vietnamitas del pueblo de Quang Tri se ocultaron en el denso bosque de Lavang. No tenían casi nada. Sufrían hambre, frío, enfermedades, persecución y el acoso de las fieras de la selva. Por las noches se reunían en grupos pequeños para rezar el Rosario.

Y una noche apareció una hermosa Dama con una túnica larga, con un Niño en brazos, y dos ángeles a sus lados. Reconocieron que era la Virgen María.

Ella les dio palabras de ánimo y consuelo y les animó a hervir ciertas hojas de los árboles de la zona para tomar como medicina. Prometió además que desde entonces, todos aquellos que acudieran a ese lugar a orar verían respondidas sus plegarias.

La aparición no se limitó a un solo momento… durante casi cien años muchos fieles declararon haberla visto en más ocasiones. Siempre daba palabras de ánimo. No habló nunca de desgracias futuras ni castigos de Dios: era un pueblo probado por la persecución.

En el lugar de la aparición, una ermota zona selvática y montañosa, los fieles levantaron una capillita, que fue ampliándose con el tiempo y la llegada de peregrinos de todo el país en décadas posteriores. Las peregrinaciones tenían lugar a menudo en años de persecución. Es una devoción mariana arraigada 70 años antes del periodo colonial francés, propia del pueblo perseguido por su fe.

Cuando acabó oficialmente la última persecución en 1886 (antes del comunismo del s.XX) el obispo Gaspar hizo construir una iglesia. Costó 15 años levantarla (faltaban fondos y recursos) pero una vez acabada acudieron 12.000 fieles a la inauguración. Se amplió en 1928. En abril de 1961, el Consejo de Obispos vietnamitas seleccionó a la santa iglesia de La Vang como el Sagrado Centro Mariano Nacional. En agosto de 1962, el Papa Juan XXIII elevó la iglesia al rango de basílica.

La Basílica de La Vang fue casi destruida en 1972 durante la guerra de Vietnam, pero buena parte del santuario fue reconstruido después.

El santuario de La Vang volvió con los años a acoger a miles de fieles, gracias al testimonio heroico y lleno de coraje de algunas personalidades de la Iglesia vietnamita, entre ellas el ex arzobispo de Hue, Philippe Nguyen Kim Diem, desaparecido en 1998 mientras estaba en arresto domiciliario por orden del régimen comunista de Hanói.

Coreografía ante el árbol de las apariciones en el Santuario mariano de La Vang en Vietnam

Cada tres años, se organiza una peregrinación nacional de todo el país que ha ido teniendo una especial significación, especialmente después de la separación del Sur y del Norte.

En agosto de 2014 cientos de miles de vietnamitas acudieron a La Vang a unas jornadas de evangelización, familia y celebración de la Asunción de la Virgen. Leopoldo Girelli, representante no permanente de la Santa Sede en Vietnam, celebró la misa de la vigilia junto a la casi totalidad de los obispos. En la solemne concelebración eucarística de la mañana del 15 de agosto había presentes unos 300.000 fieles. Un signo de la vivacidad de la Iglesia en vietnam en nuestros días.

En enero de 2015 el cardenal Fernando Filoni, prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, recorriendo Vietnam de norte a sur, pasó por La Vang y encomendó a la Virgen los esfuerzos por evangelizar Vietnam y el mundo.