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Azul clásico: el color del año 2020

Azul clásico: el color del año 2020

El color Pantone oficial para 2020 es el azul clásico, un tinte muy apreciado en todas las épocas.

Es el color del manto de la Virgen, la tonalidad del techo del paraíso y ahora, según los creadores de tendencias de diseño en el Instituto del Color Pantone, el azul clásico o Classic Blue es el color tranquilizador que necesitamos en el umbral de una preocupante década.

Pantone, la empresa que establece los estándares digitales y de imprenta para los colores que vemos a nuestro alrededor, ha escogido un Color del Año cada año desde el 2000. Algunos han sido llamativos o deslumbrantes, como el Living Coral o coral vivo del año pasado, pero la gente de Pantone ha optado por una elección más simple este año.

“Cuando miramos el mundo que nos rodea, sabemos que estamos viviendo con mucha inquietud y algunos días no nos sentimos del todo seguros”, afirmó Leatrice Eiseman, directora ejecutiva del Instituto del Color Pantone, en una pieza de Architectural Digest de mano de Anna Fixen. “El azul, desde un punto de vista emocional y psicológico, siempre ha representado una cierta cantidad de calma y fiabilidad. Es un color en el que se puede confiar”.

El color del paraíso
Veremos mucho de esta tonalidad de azul clásico en los meses venideros y en todo tipo de sitios, desde zapatos a pintura mural pasando por cojines, gráficos impresos y anuncios de televisión. Parte de la razón por la que se espera que tenga un efecto tan estabilizador es su pura familiaridad.

El azul del cielo nocturno es uno de los primeros colores que vieron los humanos. Sin embargo, los pintores y tintoreros no siempre tenían fácil reproducir ese azul calmante y revitalizador. No hay muchas fuentes naturales para tintas. Los egipcios fueron los primeros en crear un color azulado, pero mucho más claro y un poco más amarillento que el azul clásico de 2020 (que se compone de rojo, verde y azul en diversos porcentajes).

El primer pigmento auténtico de azul desarrollado para pintores no estuvo disponible hasta tiempos de Fray Angélico, que hizo suyo este color en unas escenas celestiales arrebatadoras acentuadas con oro puro. El ‘azul Fray Angélico’, como llegó a conocerse, también fue llamado ‘ultramarino’ (más allá del mar). Se producía pulverizando una rara piedra azul llamada ‘lapislázuli’, extraída exclusivamente en minas de Afganistán, hasta crear un polvo que se mezclaba con fijadores.

De lapislázuli (que viene del latín ‘piedra de Lázuli’, el lugar donde se encontró) derivó el nombre de este color en las lenguas romances (‘azul’ en español, ‘azur’ en francés) o azure, en inglés, que designa el color del cielo.

El manto de la Reina
En el arte cristiano occidental, el azul del paraíso se asoció con el manto de la Reina del Cielo. Envolver a Nuestra Señora en este raro pigmento azul se convirtió en una forma de los artistas para rendirle homenaje y también una forma de la iglesia o del mecenas para no reparar en gastos en su devoción.

Incluso cuando los artistas del Renacimiento se trasladaron más allá de la imaginería religiosa, las notas de este rico y acogedor color seguían apareciendo para evocar escenas de fantasía, interiores íntimos y la profunda paz que aún hoy día los expertos del color perciben en el azul clásico.

Publicado originalmente en Aleteia