La decisión de este sacerdote italiano de dar 1000 euros de su bolsillo, en el momento del nacimiento del hijo, a seis mujeres que habían al principio elegido abortar a causa de las muchas dificultades que afrontar durante y después del embarazo, ha impactado al Papa Francisco.
En estos días, a la parroquia de Rustega (Padua), ha llegado una carta del Vaticano firmada por el nuncio apostólico en Italia y San Marino, Emil Paul Tscherrig, y dirigida al párroco.
“Ejemplo luminoso”
“El suyo es un ejemplo luminoso, más locuaz que mil predicaciones y enseñanzas de catedráticos, del inmenso valor de la vida humana y del apoyo que debemos darle a toda costa”, escribe el nuncio apostólico Tscherrig. El gesto de Marco es un ejemplo evangélico de invertir en las “cosas de Dios”. Y también: “Es maravilloso constatar que los ahorros de un eclesiástico hayan sido devueltos al “tesoro” de Dios, que hay en cada hombre vivo, sobre todo al más indefenso y necesitado”.
Al final de la carta va el saludo del Papa: “También en nombre del Santo Padre Francisco, le renuevo mi reconocimiento auténtico e invoco la copiosa bendición del Señor” (Il Mattino di Padova, 24 junio).
Aprobaciones y críticas
“No debería haberlo hecho público – explica el sacerdote – porque ya me he expuesto bastante al recibir aprobaciones y críticas. Hay quien dice que el bien tiene que hacerse sin publicidad: es verdad, pero esa chica del pueblo de al lado no habría venido a pedirme ayuda hace diez días si no hubiera salido que aquí había un consejo y una ayuda para ella también. Ni tampoco ese papá sin leche para el biberón de su criatura de dos meses” (Il Gazzettino, 20 junio).
Con todo, a un párroco siempre le hace ilusión recibir las felicitaciones del Papa: “Ciertamente he apreciado leer estas líneas, aunque el Papa seguramente tiene cosas más importantes en las que pensar”.
El ataque desde la izquierda
En primera fila entre los que protestan por la iniciativa del sacerdote está Michela Lorenzato, vice secretaria del Partido Democrático (izquierda) en Padua. “Lo único correcto es informar y dejar que las mujeres elijan. Aprendamos a respetar las decisiones de los demás. Decisiones siempre dolorosas, siempre sufridas, siempre reflexionadas. Le pido solo repseto”, escribió en una carta abierta (www.vvox.it, 6 junio).
