Usted está aquí

Sri Lanka: El cardenal considera mártires a los difuntos

Sri Lanka: El cardenal considera mártires a los difuntos

Ayer, martes, comenzaron en Sri Lanka los funerales por los asesinados en los ataques sucedidos en Pascua. Una de las explosiones se registró en la iglesia San Antonio de Colombo.

El recuento de víctimas mortales es de 321, entre ellos, una pareja de españoles.

En la parroquia católica de San Sebastián de Katuwapitiya, en Negombo, fueron asesinadas 102 personas y este martes se celebraban los funerales de 15 de ellas. 

Amaq, el órgano oficial de prensa de Estado islámico, reivindicó el atentado, pero sin confirmar su ligazón con ningún dato. El gobierno de Sri Lanka lo atribuye a dos grupos islámicos locales: el National Thowheed Jamath (Ntj) y el Jamaat-ul-Mujahideen, pero se considera que habrían obrado con el apoyo de fuerzas extranjeras.

El ministro de Defensa, Ruwan Wijewardene afirmó, sin dar datos ni pruebas concretas en el Parlamento que las “investigaciones preliminares han revelado que lo que sucedió en Sri Lanka fue una represalia por los ataques contra los musulmanes en Christchurch”, en Nueva Zelanda, a manos de dos fanáticos violentos armados. 

Las palabras de cardenal de Colombo

Durante la bendición de los difuntos, el cardenal Malcolm Ranjith, arzobispo de Colombo, predicó: “Nadie tiene el derecho de quitar la vida. La vida es un don de Dios. ¿Cuál es la finalidad de matar a personas inocentes? ¿Coleccionar tesoros en este mundo? ¿O asumir el poder y gobernar este país sobre la sangre de pobres inocentes? ¿Sobre los cuerpos de personas sin ninguna culpa? Os exhorto a interrumpir este derramamiento de sangre. Basta de matar, al menos en este momento. Os exhorto por amor de Dios. Es lo que los asesinados se esperan de nosotros”.

Sólo los familiares, los religiosos y los periodistas han podido participar en la bendición del cardenal Ranjith y de los obispos auxiliares Maxwell Silva y J.D. Anthony, junto a muchos sacerdotes. Después de la bendición, los familiares han llevado a sus difuntos al cementerio. La mayor parte de los cuerpos fueron enterrados..

El arzobispo de Colombo afirmó: “La vida es un misterio. Sólo Dios tiene el poder de decidir y nosotros debemos obedecer a su voluntad. Quizás en este momento nos esté escuchando alguno de los responsables de esta tragedia. Debemos decirles a todos ellos que nosotros no aceptamos tales actos por ningún motivo. Cualquiera sea la expectativa, está equivocado hacer estas cosas”.

“Cuando llegará el tiempo de la paz y de la reconciliación entre las personas- agregó- cuando será el tiempo de establecer esta paz, Dios castigará por aquello que hicieron. No tienen el derecho de quitar la vida a personas inocentes. Vuestra conciencia sabe bien que ninguno tiene el derecho de destruir el cuerpo del otro. Nuestros fieles vinieron como una familia, como individuos para adorar a Dios, así como habían venido aquellos que han perdido la vida. Es una experiencia demasiado dolorosa. Cualquier debilidad ellos tuviesen, para nosotros todos tenían valor, porque ellos habían recibido la vida de parte de Dios”.

"Creo que todos estos hermanos ya son mártires", dice el cardenal

El arzobispo sostiene: “Creo que todos estos nuestros hermanos difuntos son ya mártires. Ninguno de ellos jamás habría pensado no volver a casa, sin embargo ellos no volverán más a su casa”.

La decisión de hacer una bendición de los fieles asesinados fue tomada durante una reunión presidida por el p. Srilal Fonseka, párroco de la iglesia de S. Sebastián en Katuwapitiya. De la parroquia, 62 personas se encuentran por el momento internadas. Dos pacientes se encuentran en la unidad de terapia intensiva en el hospital de Negombo. De estos 102 muertos, 86 fueron identificados antes del martes. Los otros se encuentran en la morgue.