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#RespetaMiFe, la campaña contra los ataques a los católicos en España

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Abogados Cristianos ha lanzado la campaña #RespetaMiFe, una campaña para pedir protección a los poderes públicos ante la ola de ataques a la libertad religiosa que se han vivido en España en los últimos años.

La iniciativa se difundirá a través de las redes sociales con el hashtag #RespetaMiFe y todos los ciudadanos podrán apoyar la campaña accediendo a la web www.respetamife.es y firmando el formulario.

Cabe destacar que entre los famosos que ya se han adherido a la iniciativa se encuentran el humorista de Los Morancos César Cadaval, el torero Juan José Padilla y el cantante José Manuel Soto. En el vídeo que podrán ver a continuación, el humorista, el torero y el cantante junto a personas anónimas señalan que “la libertad de expresión no puede amparar el insulto y la vejación” o que “el respeto es la base de una sociedad libre”.

Entre las imágenes que se muestran como ejemplo de ataques a la libertad religiosa, se encuentran la profanación de Abel Azcona, el Padrenuestro blasfemo de la poetisa Dolors Miquel o el asalto a la capilla de la Universidad Complutense de Madrid.

“Ataques a templos como el de Rita Maestre a la capilla de la Universidad Complutense, la profanación de las Femen en la catedral de la Almudena o la exposición vejatoria organizada por Bildu en Pamplona en la que se profanaron 242 Hostias consagradas solo son la punta del iceberg de las casi 150 agresiones anuales que se producen en España”, ha denunciado la presidenta de Abogados Cristianos, Polonia Castellanos.

A continuación, mostramos el manifiesto íntegro:

1. La intolerancia no afecta sólo a grupos minoritarios sino también a los mayoritarios. Concretamente, los cristianos están sufriendo una serie de graves ataques contra sus sentimientos religiosos, sus creencias y contra su derecho fundamental a la libertad religiosa.

2. Se han registrado numerosos actos de hostilidad, violencia y vandalismo contra los cristianos y sus lugares de culto en los últimos años. Actos que a menudo son ignorados por las autoridades, y que en ocasiones han sido amparados hasta por los propios poderes públicos. Se pueden destacar los ataques violentos de Femen, la grave obra vejatoria de Abel Azcona hecha con 242 Formas Consagradas y el escarnio de la oración del Padrenuestro ‘sexual’ amparado por Ada Colau.

3. La libertad religiosa es un derecho fundamental, y así lo reconocen el artículo 16 de la Constitución Española, el artículo 18 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y tratados europeos como el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Asimismo, la tutela de los sentimientos y creencias religiosas está recogida en los artículos del 522 al 525 del Código Penal, imponiendo penas de hasta un año de prisión a los que vulneren este derecho fundamental.

4. Teniendo en cuenta los ataques que están sufriendo los cristianos y la protección que las autoridades deben ejercer sobre las creencias y sentimientos religiosos, los firmantes y adheridos a este manifiesto pedimos a las Administraciones Públicas:

4.1. Reconocer que la religión forma parte de la intimidad más intrínseca de la raíz de la persona, y que los cristianos tienen derecho a mostrar su fe tanto en público como en privado.

4.2. Garantizar la no discriminación por causa de creencias religiosas en todos los ámbitos de la vida pública y social, en el trabajo, en la educación y en las relaciones personales, así como alentar a los medios de comunicación para que eviten estereotipos negativos y prejuicios contra los cristianos.

4.3. Combatir y prevenir los casos de violencia, vejación, discriminación e intolerancia, física o verbal, por razón de creencias religiosas, así como actuar contra todos aquellos ataques y ofensas que atenten contra la libertad religiosa o los sentimientos religiosos.

4.4. Reconocer que las libertades de expresión, manifestación, artística o de prensa, aun siendo derechos fundamentales, no pueden servir de amparo y justificación para perpetrar ataques contra la libertad religiosa, que también es un derecho fundamental, pues el ejercicio de las libertades de uno mismo exige un espacio de respeto con las libertades de los demás.