Usted está aquí

"Polonia sufre un ataque de Satanás por su devoción a la Virgen María"

Polonia sufre un ataque de Satanás por su devoción a la Virgen María

Quien fuera presidente de la Conferencia Episcopal Polaca, Mons. Józef Michalik, Arzobispo de Przemysl, ha asegurado que Polonia sufre un especial ataque por parte del demonio a causa de su devoción a la Santísima Virgen María, algo que el maligno no puede tolerar.

Durante la Misa del pasado domingo 29 de septiembre en el Santuario de San Miguel Arcángel, en Miejsce Piastowe, el Arzobispo explicó que los países católicos son objetivos del acoso del maligno y alertó sobre la necesidad de defenderse espiritualmente.

Irlanda, un país católico puesto como ejemplo por Mons. Michalik, tenía un porcentaje de asistencia a la Eucaristía de más del 70 por ciento de los católicos hace 20 años. Diez años después, el porcentaje de creyentes practicantes había disminuido a la mitad y en la actualidad el porcentaje podría ser inferior al 10 por ciento. El prelado lamentó que bajo este ataque los ciudadanos pasaron a aceptar el aborto y la redefinición del matrimonio.

«Hay un ataque en contra de Polonia. Satanás no puede digerir el culto a la Madre de Dios y a San Miguel Arcángel», comentó el Arzobispo. «Necesitamos sentirnos resguardados por su protección y el demonio no nos vencerá. Ustedes deben confiar humildemente en la ayuda de Dios». Mons. Michalik describió la misión del Santo Arcángel como cooperación con la realización del plan de salvación. Por este motivo, todas los fieles deberían acudir a él pidiendo su ayuda.

El Prelado recordó predicaciones del Papa Francisco en las que ha destacado la realidad de la existencia del demonio y la necesidad de ser cautelosos frente a sus engaños:

«Recuerden, ustedes no tienen que temer a Satanás y sus tentaciones. Somos hijos de Dios, Él cuida de nosotros. Él está cerca de nosotros, comentó el Arzobispo. Nuestro Ángel Guardián, el Arcángel Miguel, a veces olvidamos invocarlos, ellos nos ayudan. Ustedes simplemente tiene que creer en Dios y recordar que Satanás no tiene acceso a un corazón humilde».