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Perú: El Divino Niño del Milagro Eucarístico volvió a bendecir a los peregrinos

sde Monsefú a Ciudad Eten, dos localidades del departamento de Lambayeque y con cercanía a su capital Chiclayo. Fue en esa zona del noroeste de Perú donde el pasado sábado 4 de septiembre se realizó la denominada “Peregrinación del Milagro Eucarístico”.

Se trató de un momento cargado de agradecimiento y emoción. Es que regresó una peregrinación, luego de dos años suspendida, que recuerda el “milagro eucarístico de Eten” ocurrido en 1649 en la localidad que lleva ese nombre.

El propio beato Carlo Acutis registró en internet este milagro eucarístico. Lo hizo a través de una página creada y diseñada por él, en donde aparece el siguiente pasaje:

“En la Hostia había aparecido un rostro resplandeciente de un Niño. Estaba rodeado de rizos castaños que caían sobre sus hombros. Todos los fieles presentes pudieron ver lo mismo”. En Aleteiatambién pudiste conocer esta historia.

Derrame de bendiciones

Según recordó la Iglesia de Perú en su sitio web, desde 2018 la Parroquia Santa María Magdalena en Ciudad Eten tiene el permiso del Vaticano para conceder la indulgencia plenaria a los participantes de las peregrinaciones que conmemoran la aparición divina.

Fue así que a través de las redes sociales de esa parroquia fue posible apreciar el homenaje de los peregrinos a la memoria del milagro eucarístico. Con ello los derrames de bendiciones que fueron posibles.

“¡Gracias por visitarnos Familia Paredes Vera desde la Ciudad de la amistad! Esperamos volver a verlos pronto. Ellos llegaron con mucha fe a pedirle al Divino Niño del Milagro Eucarístico que derrame muchas bendiciones. Siempre es un gusto recibir a todos los peregrinos que llegan a conocer el milagro ocurrido en 1649 aquí en #CiudadEten”, señalaba uno de los mensajes

“Ciudad Eucarística”

Los visitantes llegaron desde diversos lugares de Perú como Lima, Trujillo, Cusco, Santa Cruz, Pirua, Cajamarca, entre muchos otros lugares. También ha sido posible la llegada de familias procedentes de otros países como Estados Unidos, Francia, Alemania, Israel, España, entre otros.

El gran sueño es que pronto este lugar (Eten) pueda ser declarado como “Ciudad Eucarística”.

“Esta pandemia nos ofrece la oportunidad de darle valor al sufrimiento y sentimos que los miles de fieles han aumentado su amor a la Eucaristía y al Divino Niño del Milagro Eucarístico. Diariamente cientos de familias nos acompañan virtualmente en las misas desde diferentes partes del mundo y desde que se anunció la próxima construcción del Santuario Eucarístico se han intensificado las visitas a nuestro templo en el parque principal”, recordó el Padre Eleuterio “Lute” Vásquez Gonzales.

Empeño y agradecimiento

Gracias al esfuerzo  de la hermandad Santa María Magdalena y Divino Niño del Milagro Eucarístico, en coordinación con la Diócesis de Chiclayo, ha sido posible el regreso de esta peregrinación. Una jornada que también tuvo una ceremonia religiosa presidida por el obispo de la Diócesis de Chiclayo, monseñor Robert Prevost.

“Cómo no estar agradecidos con Dios si vemos con entusiasmo que la fe va creciendo cada día y el amor a la Eucaristía es el pilar de quienes llegan a Ciudad Eten motivados por conocer más de aquel milagro ocurrido hace 372 años”, agregó el padre Eleuterio.

Primer Santuario Eucarístico

En las últimas semanas se anunció, a través de una nota difundida también por la Iglesia de Perú, que el Obispado de Chiclayo dio el primer paso para la construcción de lo que es considerado el “Primer Santuario Eucarístico de Perú”.

El desarrollo del santuario se hará sobre un terreno de 11 hectáreas. Y, según explicó el arquitecto Carlos Quesquén Chancafe, tendrá un diseño peculiar. Representará un manto blanco cayendo del cielo, algo que buscará comunicar la cobertura y protección de Dios.

En cuanto a las características del santuario, también se hizo referencia a sus dos niveles, además de poseer espacios como sala de reuniones o mini museo (para difusión del milagro eucarístico) y hasta restaurante.

Sin dudas una verdadera “cruzada”, término utilizado el propio sábado, que representará también una ventana para el turismo religioso.